La pasarela peatonal de Valderrobres, lista para cruzar el río con seguridad
El nuevo paso peatonal sobre el Matarraña se inaugurará en la segunda quincena de agosto Un sector de la población teme que la obra eleve el riesgo de inundación
ALCAÑIZ. La nueva pasarela peatonal de Valderrobres se pondrá en servicio en la segunda quincena de este mes de agosto para cruzar el río Matarraña con seguridad. Discurre aguas arriba del puente metálico para tráfico rodado, en la travesía de la carretera A-231. El paso existente, conocido como el puente de Hierro, es, actualmente, la única alternativa para cruzar el río en ese extremo del casco urbano, próximo a la salida hacia Beceite, con el peligro que supone para los peatones, que tienen que caminar por la misma calzada.
La construcción de la pasarela peatonal fue adjudicada por el Gobierno de Aragón el 23 de octubre del año pasado, por un importe de 534.803,99 euros (impuestos incluidos) a la UTE formada por Aragonesa de Obras Civiles–ACSA.
El hecho de que este puente se haya diseñado con dos vanos separados por una pila central en el cauce ha creado preocupación entre los vecinos, puesto que el río que cruza, el Matarraña, ha causado graves problemas en sus crecidas más notables, como la del año 2000, cuando sus aguas saltaron el puente de Hierro, inundando la carretera. Al no tener un único vano, como el puente actual –que apoya únicamente en las orillas– preocupa que el soporte central de la pasarela haga de parapeto de la maleza arrastrada y favorezca el desbordamiento.
Fue la Confederación Hidrográfica del Ebro la que autorizó al Gobierno de Aragón la construcción de la pasarela peatonal y, respecto a la preocupación frente a las crecidas, desde esta Administración aseguran que “la estructura no generará nuevas afecciones significativas en caso de avenida», ya que «como base de la autorización se analizó el estudio hidráulico aportado».
La nueva pasarela es también metálica, con cuatro arcos y pavimento de tarima compuesta por tablas de madera maciza de fresno de color marrón, termotratada. Cuenta con una barandilla de protección en ambos lados, con una altura de 110 centímetros sobre la solera. La pasarela se iluminará mediante leds colocados bajo el pasamanos.
Cada uno de sus dos vanos tiene una longitud de 26 metros. Apoyan en los extremos y están empotrados en la zona central mediante la citada pila. El tablero apoya sobre una viga de tipo celosía tridimensional, ejecutada mediante perfiles tubulares de distintos diámetros y espesores. Los arcos se han diseñado con cierta inclinación respecto de la viga celosía, para conseguir un mejor reparto de las cargas generadas por esa viga sobre los arcos.
Los elementos de cimentación de la pasarela están formados por dos cargaderos situados en los estribos y la cimentación de la pila central. Los estribos están formados por cargaderos flotantes con cimentación profunda a base de micropilotes. La cimentación de la zapata correspondiente de la pila central es de hormigón armado y se ha empotrado 1,2 metros debajo de la aparición del sustrato rocoso.