The Winebrothers, la banda zaragozana que garantiza la fiesta en eventos de toda España
Su bajista y coordinador, Abad Babier, lo tiene claro: «Es un oficio de músicos maravilloso» El artista sostiene además proyectos propios y compone a demanda
ZARAGOZA. Guillermo es un Winebrother: toca el bajo y coordina la parcela escénica del grupo junto a Cuquín Presa. Emplea actualmente para fines artísticos el nombre de Abad Babier, los apellidos de su madre, y vive en Magallón con su pareja, la artista gráfica Carla Nicolás (fundadora de la imprenta El Calotipo en 2011). Carla y Guillermo tienen dos niñas, y su escolarización ha sido clave a la hora de mudarse a la localidad zaragozana, conocida ahora en todo el universo pop nacional gracias a Juanjo Bona (hijo de la localidad) y donde también residió un tiempo Rapsusklei.
«Encontramos –explica el músico– una casa perfecta para tener El Calotipo abajo y vivir encima, y también un colegio que nos encantó para las niñas. Como las dos cosas aparecieron en Magallón, ahí estamos. Cerca de Zaragoza, algo conveniente por temas de trabajo para los dos, cerca de los abuelos y muy a gusto».
The Winebrothers es trabajo, arte, diversión y un ‘must’ en bodas y eventos desde hace tres años; principalmente en Aragón, pero activos en toda España. Son Alberto Solobera, Abad Babier, el mentado Jorge Presa ‘Cuquín’ y Carlos Páramo. Alberto y Carlos también tocan ahora en La Estrella Azul Live. «Me llamó Solobera un día y me propuso una banda de versiones. Le dije que sí, pero si ensayábamos poco y tocábamos mucho. Y sí hemos trabajado, sí: van tres años y tocamos entre 70 y 80 veces al año; de aquí a diciembre nos quedan 40, y en 2025 ya nos han reservado otros 40».
Se les contrata por Instagram, y también han acumulado contactos de organizadores de eventos durante estos años. «Nos llaman mucho de todo Aragón, Madrid y Barcelona para bodas y fiestas de empresa: es un oficio de músicos maravilloso, el mejor de mi vida. Y casi siempre son cosas de día, a media tarde estás en casa».
«No será para tanto»
Resulta que sí, lo es, y esa frase tan somarda (tan aragonesa, qué demonios) patina con estos obreros del ritmo. El ascenso del grupo ha sido sostenido, con algún que otro bombazo de popularidad. «En el cumpleaños de la cocinera Pepa Muñoz, de El Qüenco de Pepa, había invitados como Almeida, Enrique Cerezo, Raquel Meroño, Agatha Ruiz de la PraFanny
da… de allí salieron muchos bolos más, incluido uno de Shine Iberia con Masterchef, que funcionó muy bien en redes. Luego volvimos, y regresaremos cada vez que nos llamen, claro».
Abad Babier ha bregado con muchos grupos en los últimos 20 años. «La Costa Brava, Tachenko, Cuti Vericad, Señoras y Bedeles, grabé con Los Bengala… también he estado en El Factor Humano,
Löner, Los Brodies, Los Swinging Carpets de París, y más de crío con Sultans, Decalles y Gaby Morgan. También con Richi Vicente, grabamos en Sevilla un disco muy bonito antes de la pandemia, que editamos en El Calotipo. He estado en unos 30 proyectos».
El público responde con jolgorio a la propuesta del grupo. «Repertorio, actitud, vestuario y presencia escénica: es nuestro credo. Cuidamos los detalles. Probamos sonido con calma, tenemos el guión claro y sabemos en cada momento lo que va a funcionar más. En cada concierto hay momentos clave para mantener la fiesta encendida hasta el final».
Proyectos personales
Abad Babier agradece a The Winebrothers el colchón económico que le permite abordar otros afanes. «Voy a sacar dos canciones ahora, solo queda masterizarlas. También les haré sendos videoclips. He grabado y mezclado todo personalmente en casa, con un lujo de técnico como Sergio Lacasia, hemos estado juntos en mil ajos y sabía que sería el chamán perfecto para darle forma a lo que sacara».
Abad apunta que tiene un saco de canciones compuestas. «Parte del repertorio lo voy a sacar con Carla bajo el nombre Muchamadre y la Villa. Desde que tengo hijas he pensado en un proyecto que nos permitiera irnos de bolo en familia. Carla toca la batería y canta de lujo: hice una canción para ella y le pedí que grabase las voces. Sacaremos una primera canción entre septiembre y octubre».
El otro gran interés del zaragozano es generar recursos vendiendo sus composiciones. «En los últimos cinco años, con la pandemia, las mudanzas y las niñas, dejé esa idea en latencia. Ahora estoy trabajando en otro proyecto emocionante con Laura Contreras, sacando muchos jingles para ampliar el portafolio de composiciones; mi idea es orientar esta parcela a intereses externos, a demanda, incluyendo radio y televisión. No creo que pueda llevar este ritmo de conciertos muchos años más, así que esta idea es para desarrollo presente y sostén futuro».
«He pensado en un proyecto que nos permitiera irnos de bolo en familia; Carla toca la batería y canta de lujo»