Un fisioterapeuta aragonés en la villa olímpica
El joven zaragozano David Martín ha trabajado como voluntario en los Juegos Olímpicos de París durante una semana «inolvidable»
Tratar a deportistas de primer nivel, vivir desde dentro unos Juegos Olímpicos o conocer en persona a Carlos Alcaraz, Pau Gasol e incluso a la reina Letizia. Estas son solo algunas de las experiencias que el joven zaragozano David Martín ha podido vivir gracias a trabajar como fisioterapeuta durante siete días en la villa olímpica de París.
«Hace cosa de un mes y medio acudí a un congreso médico internacional en París y allí me dijeron que todavía había plazas disponibles para trabajar como voluntario en el equipo médico de los Juegos Olímpicos. Les escribí, les gustó mi perfil y para allí que me fui», asegura David, que con solo 24 años ha formado parte del amplio operativo médico que vela por la salud de los deportistas en el distrito de Saint-Denis.
Durante su estancia en la capital gala, del 27 de julio al 3 de agosto, ha trabajado codo con codo con otros tantos centenares de profesionales de todo el mundo con los que ha compartido el espíritu olímpico. «Ha sido como vivir en una burbuja. Ir paseando por la villa olímpica y cruzarte con tus ídolos no tiene precio. He vivido unas experiencias imposibles de repetir en cualquier otro contexto», explica.
En París, su función principal ha sido la de tratar a numerosos atletas: «La mayoría de los deportistas que requerían nuestros servicios eran de países con pocos recursos o de deportes minoritarios. Parece mentira, pero muchos de los comités olímpicos apenas tienen medios y más de un atleta tieriencia
ne que costearse sus propios gastos para poder llegar hasta aquí». Entre los tratamientos más demandados, la electroterapia, masajes o baños de agua fría, de los que también hacían uso los grandes deportistas: «Los mejores deportistas del mundo tienen sus propios equipos médicos especializados, pero también había veces que venían a las instalaciones para hacer uso de las máquinas».
«La mayoría de los atletas fuerzan demasiado durante los días previos a la competición y muchos necesitan tratamientos de recuperación. Un corredor de 100 metros se rompió el isquiotibial a una semana de empezar y, después de trabajar muy duro durante varios días, llegó incluso a competir», asegura.
Para él, «poder representar a Aragón en los Juegos es todo un orgullo» y esta ha sido una expe
que no olvidará «nunca». «He tratado a dos medallistas olímpicos de Río 2016 y he podido conocer en persona y charlar con grandes deportistas de todo el mundo. Para mí, los más cercanos han sido la pareja española de vóley playa masculino, Pablo Herrera y Adrián Gavira. Pude hablar con ellos al principio de los Juegos e incluso los vi jugar en directo en el Estadio Torre Eiffel. Volvimos a encontrarnos unos días después y fueron muy amables, nos contaron anécdotas y nos tomamos unas fotos», explica.
Una charla con la reina Letizia
Durante su estancia en la villa olímpica, David también ha tenido la oportunidad de conocer en persona a Carlos Alcaraz: «Lo vi mientras paseaba y la verdad que fue encantador. Le pedí un par de fotos, e incluso no le importó hacer una pose algo más especial».
También charló «por lo menos durante 10 minutos» con la reina Letizia. «Estaba realizando una visita de cortesía real por la villa y la vi que se paraba a hablar con otros compañeros voluntarios. Me acerqué y estuvimos hablando bastante rato. Fue muy cercana, se interesó por nosotros, nos estuvo preguntando por nuestros trabajos y los motivos que nos habían llevado hasta aquí», relata.
Finalmente, el pasado 3 de agosto regresó a Suiza, donde trabaja como fisioterapeuta en una clínica: «Tenía que volver al trabajo, aunque no me hubiese importado quedarme más. Es una experiencia que recordaré siempre».