Se acabará el tórrido verano y vendrán las fiestas de Épila
Después del caluroso y tórrido verano, solamente aliviado con algunos días de cierzo, nos llegará el otoño con las fiestas patronales de nuestro pueblo, que es el paréntesis de las vacaciones al curso escolar. La chiquillería se concentrará en la plaza consistorial, que la llamamos de España. Es la misma situación geográfica de siempre con nuevas reconstrucciones que hacen más bonita si cabe la imagen del escenario principal de las fiestas, con el disparo de cohetes y volteo de campanas. Desde el balcón del ayuntamiento ondearán las banderas, adornado con las jóvenes bellezas de nuestras reinas infantiles y mayores, que representaran a toda la infantería juvenil. Terminará el acto con la lectura del pregón, y el vivan las fiestas de Épila. La banda de música empezará a sonar, los gigantes harán su aparición, el Rey la Reina y el recién incorporado Conde de Aranda, los llamados cabezudos que representan personajes de otras épocas, son los que encorren a los niños con sus vergas por el laberinto de las calles más estrechas, serpenteadas, céntricas y antiguas de la localidad. Aunque son siempre otros niños, otras épocas y diferentes formas de vida, me veo identificado con cualquiera de ellos, que siendo ya abuelo me incorpora la memoria a mi más tierna infancia. Con todo lo que ha adelantado la humanidad, los niños, adolescentes, padres de familia, abuelos y demás, los sentimientos, aspiraciones, ilusiones, responsabilidades y amoríos, no son los mismos... ¡pero son tan parecidos! Las fiestas de la villa de Épila serán del 17 al 20 de septiembre. Mariano Remiro Monteagudo