Piden 156 años de cárcel y multas por valor de más de 5 millones de euros para 22 traficantes
La Policía intervino en los arrestos de los acusados cocaína, anfetamina y otras sustancias que en el mercado negro tendrían un valor de 313.200 euros
La Policía Nacional hacía tiempo que iba tras la pista de Samuel S. J. Los investigadores sospechaban que durante al menos los últimos meses se había estado dedicando a la venta de droga y finalmente fue detenido el 31 de enero del año pasado. Aquel día, dos agentes lo interceptaron con 12,65 gramos de anfetamina encima que presumiblemente iba a entregar a un cliente. Además, en el registro posterior de su domicilio en Zaragoza se encontró otros 83,34 gramos de anfetamina, 28,59 gramos de cannabis y 131,06 gramos de resina de cannabis. Tirando de ese hilo, los investigadores lograron desarticular varias redes centradas en el tráfico de sustancias estupefacientes.
En total, 22 detenidos que próximamente serán juzgados en la Audiencia Provincial y para los que la Fiscalía solicita penas que suman 156 años de cárcel y multas por valor de 5.013.434 euros. Entre todos, representados por abogados como Carmen Sánchez y Luis Ángel Marcén, se reparten 35 cargos por delitos contra la salud pública y pertenencia a grupo criminal.
Los arrestos se llevaron a cabo repartidos en varias fases entre enero y agostos de 2023. En ellos, la Policía intervino 2,479 kilos de cocaína, 968,75 gramos de anfetamina, 197,77 gramos de cannabis, 325,34 gramos de resina de cannabis y 11,71 gramos de MDMA. Los peritos calculan que todas estas sustancias tendrían en el mercado ilegal un valor de 313.199,21 euros.
Los responsables de la investigación y la Fiscalía llegaron a la conclusión de que los dos proveedores principales de Samuel S. J. eran Antonio Miguel J. F. y Remberto B. M. que se enfrentan a condenas de prisión de 10 años
y 10 años y medio respectivamente. Como ellos, otros tres acusados podrían verse entre rejas una década si se les acaba encontrando culpables.
Contra Remberto B. M. y la organización que supuestamente dirigía, se actuó el 8 de febrero. La Policía inspeccionó ese día cinco domicilios después de que a primera hora de la madrugada hubiese interceptado entrando en Zaragoza a Wilmer M. B, sobrino de Remberto B. M., en un automóvil con el que volvía de Madrid. Llevaba 2,1 kilos de cocaína valorados en 248.219 euros. En la operación se practicaron 14 detenciones y se intervinieron, entre otros, además de droga, varios patinetes con los
que se hacía el reparto de estupefacientes.
Para entonces, ya se había producido el golpe policial en su casa a Miguel J. F. El 20 de enero fueron detenidos cuando salían de ese piso Francisco M. S. y Domenique P. H. que portaban una caja de cartón con el logotipo de Levi’s en cuyo interior había 364,9 gramos de anfetamina. Después, durante el registro del domicilio, en un congelador se encontraron 113,67 gramos de anfetamina. Presumiblemente, toda esa droga a Miguel J. F. se la había suministrado Armando S. G. tras sacarla de una nave industrial de Tudela.
Armando S. G., trabajaba para una empresa de seguridad. Al respecto, los investigadores consideran que actuaba como intermediario entre diferentes traficantes ofreciendo los furgones de la empresa para transportar las sustancias estupefacientes. Fue interceptado el 27 de junio cuando conducía uno de esos vehículos. Entre sus pertenencias había una bolsa con restos de cocaína. Además, en casa de dos de sus colaboradores, Jonatan C. M. y Seila C. M. aparecieron 186,21 gramos de cocaína, 94,95 gramos de cannabis y 89,88 gramos de resina de cannabis. Una semana después ‘cayó’ Mohammed Ch. del que Armando S. G. obtenía hachís y el 16 de agosto lo hizo otro colaborador, Otón B. P.