Cerrado por vacaciones
Salvador Illa va camino de ser el nuevo presidente de Cataluña a cambio de la mayor infamia que haya cometido un gobierno en todos los años de democracia. De los cambios radicales que Sánchez ha concedido al independentismo catalán para seguir en el poder, este es sin lugar a dudas el más sangrante, porque se carga de un plumazo la igualdad entre los españoles y nos lleva directamente a un Estado confederal en el que Cataluña será un Estado soberano e independiente. Darle la caja del tesoro, en este caso la recaudación, gestión e inspección del 100% de los impuestos, es eso y no el camino a un estado federal, como asegura el argumentario con el que de nuevo quiere ‘engañarnos’ el Gobierno.
Si este acuerdo se materializa, el agujero en las cuentas públicas sería superior a los 50.000 millones de euros, dinero del que no dispondrían las Comunidades Autónomas y que habría que sacar exprimiendo a Madrid, subiendo impuestos o emitiendo deuda pública, algo complicado ahora que han vuelto a estar vigentes las nuevas reglas fiscales de la Unión Europea.
Mientras esto sucede, quien puede se ha ido de vacaciones con ahorros o a crédito y una gran parte del Gobierno también. El presidente, el primero. ¡Qué más da si los trenes no funcionan, si no hay médicos suficientes, si me tengo que endeudar para hacer la compra o descansar un fin de semana, si mi hijo no encuentra trabajo, si no puedo pagar un alquiler? Estos problemillas no van a impedir que el ‘súperabogado’ Óscar Puente esté jugando al golf, que la ministra de Hacienda esté desaparecida o que Bolaños se haga vídeos promocionando a su peluquero. El Gobierno ha cerrado por vacaciones y sálvese quien pueda.