Todo listo para empezar a investigar las causas del derrumbe en San Francisco
Cuatro equipos de ingenieros y arquitectos harán sondeos y catas en el solar del edificio hundido tras haber finalizado el desescombro y la construcción de un muro
TERUEL. Los equipos de investigación designados para averiguar las causas que el 13 de junio de 2023 provocaron el colapso imprevisto de un edificio de cinco plantas con un total de 21 viviendas en la calle de San Francisco de Teruel tendrán muy pronto vía libre para empezar su trabajo.
Finalizados, a falta de remates, los trabajos de desescombro y de construcción de un muro pantalla para sujetar la calle y las casas al otro lado de la acera que ha llevado a cabo el Ayuntamiento de Teruel, este podría recibir oficialmente las obras esta misma semana, con lo que solo faltará que los propietarios de los pisos siniestrados concedan permiso de entrada al solar para que los técnicos inicien su trabajo.
Así lo anunció ayer el teniente de alcalde y concejal de Urbanismo e Infraestructuras del Ayuntamiento de Teruel, Juan Carlos Cruzado, quien señaló que los investigadores deberán «coordinarse» para poder hacer las pruebas y ensayos que consideren necesarios sin interferir unos con otros.
Cuatro equipos de ingenieros y arquitectos serán los que accedan al solar, el cual, una vez que ha sido retirada la montaña de cascotes a que quedó reducido el edificio, permite ver la cota de cimentación del inmueble. Dos de los grupos de profesionales están contratados por los propietarios de las viviendas que se hundieron y son complementarios entre sí. A ellos se suma un equipo que corresponde a la compañía ase
guradora del Ayuntamiento y otro, al consorcio de compensación de seguros. Cruzado indicó que no se descarta que la compañía que gestiona el suministro de agua a la ciudad quiera entrar igualmente al solar y realizar pruebas para analizar las causas del suceso.
«Corre prisa averiguarlo»
El portavoz de los vecinos afectados por el derrumbe, Javier Carbó, afirmó que los propietarios darán permiso para entrar al solar
«a la mayor brevedad posible», una vez que concluya totalmente la obra y hayan realizado ellos un trabajo de planimetría que ofrezca «una foto inicial» de cómo se encuentra el lugar. «Somos los primeros interesados en saber qué ocurrió y corre prisa averiguarlo», dijo Carbó.
Los vecinos, que perdieron su hogar en el derrumbe –algunos con el pago de la hipoteca pendiente– y están viviendo en pisos de alquiler con la ayuda del Ayuntamiento, están sufragando
los gastos de contratación de equipos de investigación con las aportaciones solidarias que hacen los turolenses. Además, han tenido que recurrir a los fondos que guardaba la Comunidad de Vecinos para cambiar el ascensor del edificio y que no se gastaron al sobrevenir el colapso.
«Estamos vivos y vamos a seguir viviendo; esto es lo que nos decimos los vecinos y que hemos convertido en nuestra única filosofía», señala Carbó.