Heraldo de Aragón

«Sito fue un técnico prematuro, con 11 años vi que tenía talento»

Alfonso Alonso, padre y referente del entrenador del UCAM Murcia, dibuja la figura de su hijo a escasas horas del tercer partido por el título de la Liga Endesa

- JAVIER OLIVÁN LÁZARO

El patio de Compañía de María era ayer por la tarde un hervidero de chavales. Varias decenas de jóvenes, distribuid­os en cuatro canchas de baloncesto, disfrutaba­n de una cotidiana y agradable tarde practicand­o su deporte favorito. «¡Cómo ha cambiado! Aquella pista antes no existía, era un huerto. Las monjas tenían patatas, judías...», apunta con evidente nostalgia Alfonso Alonso, histórico entrenador aragonés y padre del técnico de moda en el basquet nacional, Sito Alonso. Allí, bajo esas mismas canastas, el actual entrenador del UCAM Murcia inició una prolífica trayectori­a no exenta de dificultad­es. La última -bendito problemasu­perar esta tarde al Real Madrid (20.30) para forzar el cuarto partido de la final por el título de la Liga Endesa.

«Mi padre ha sido el espejo en el que siempre me he mirado», reconoce abiertamen­te Sito. Por lo tanto, nadie mejor que su «referente» para dibujar la figura de un técnico que, con solo 11 años, comenzó a entrenar en Compañía de María a un equipo de niños a los que apenas sacaba dos o tres años. «Es muy emocionant­e volver aquí. Fue muy prematuro, con esa edad yo ya le vi que tenía talento. Aunque se quería parecer demasiado a mí, que era un poco gruñón. Un día le dije que así no

llegaría a ningún lado, que si quería ser entrenador no fuese como yo porque era un desastre», rememora Alonso padre antes de esbozar una enorme sonrisa. «Me llamó la atención cómo entendió aquello», añade.

Ya en aquellos años, el pequeño Sito hacía gala de la «disciplina», el «orden» y la «seriedad» que le han encumbrado como uno de los técnicos más respetados del baloncesto español. «Era un entrenador en pequeño. Un chico muy inquieto, pero muy disciplina­do. En casa reconozco que a veces me preocupaba. Estaba más con los apuntes de baloncesto que con los del colegio», afirma su padre, que destaca el «gran interés» que tuvo siempre su hijo por aprender.

«Andaba de aquí para allá con un balón de baloncesto en las manos. Iba y volvía de clase con él. Yo entrenaba aquí, en Compañía de María, y lo tenía pegado todo el día. Se le veía que le picaba el gusanillo de este deporte y me preguntaba constantem­ente», afirma Alfonso, fuente inagotable de conocimien­to a la que Sito recurría en innumerabl­es ocasiones.

«Otro consejo que le di es que intentase innovar, que fuera original y pensara cosas nuevas, que no copiara otros métodos. Está mal que lo diga, pero creo que Alfonso es un entrenador diferense. te. Gane o no, todas las temporadas tiene algo distinto», señala su mentor, que lamenta las inevitable­s críticas a las que también se expone su hijo. «Hay veces que la gente puede decir algo sin conocerle, es una persona con unos valores muy profundos», destaca.

Una personalid­ad a la que también contribuyó muy significat­ivamente su madre, Julia, fallecida el pasado mes de agosto. «Sito se marchó a Monzón muy joven, pero estábamos todos los fines de semana viéndolo. Era hijo único y queríamos, como todos los padres, que fuese feliz e hiciese lo que le gustase. Pero organizánd­oFuimos rígidos con él, pero porque para hacer las cosas bien tienes que ser serio, independie­ntemente de que entrenes en la ACB o en un colegio», afirma.

DE PADRE A HIJO «Se quería parecer demasiado a mí, que era un poco gruñón. Le dije que así no llegaría a ningún lado como técnico»

Optimista con la final de liga

Pese al dificilísi­mo pronóstico que tiene la final, en la que el Real Madrid ya manda 2-0, Alfonso Alonso todavía mantiene la esperanza de que el UCAM Murcia pueda forzar el cuarto encuentro de la serie. «Vivo los partidos con mucha emoción. Estos últimos les está faltando la gente alta que tienen lesionada. El cansancio también hace mella porque no pueden rotar tanto como el Madrid, pero todavía no les doy por vencidos. Algún partido pueden ganar, son un equipo con un carácter especial, tienen gran interés y ningún ego», sentencia el padre de Sito.

Independie­ntemente del resultado, la de su hijo será la última llamada que reciba Alfonso esta noche. «Gane o pierda, nos llamamos casi siempre. Eso sí, si pierde habla menos. Ahora las cosas no son como antes, que si perdía se pegaba dos días pensando en sus cosas», abrocha con una sonrisa Alfonso Alonso. Un técnico que, a sus 75 años, apunta a regresar el próximo curso a los banquillos.

LAS VIRTUDES DE SITO «Era un entrenador en pequeño. Un chico muy inquieto, pero muy disciplina­do. Miraba más los apuntes del baloncesto que los del colegio»

 ?? MARCOS CEBRIÁN ?? Alfonso Alonso, padre de Sito, ayer por la tarde en el patio de Compañía de María.
MARCOS CEBRIÁN Alfonso Alonso, padre de Sito, ayer por la tarde en el patio de Compañía de María.

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