Jesús Navas y los jugadores que no vieron el gol de Iniesta
El sevillista campeón del mundo en 2010 comparte vestuario con futbolistas Q adolescentes que no conocieron la época gloriosa de la selección española
DONAUESCHINGEN (ALEMANIA). Una barrera blanca y una policía municipal que reclama la acreditación que no todo el mundo tiene separan al pueblo de Aasen del camino rural que conduce al campo de entrenamiento donde la selección española prepara la Eurocopa de Alemania. No todos los periodistas poseen la credencial porque el rigor alemán fue llevado al extremo: si no coinciden las tildes o los nombres compuestos o el doble apellido del pasaporte con el documento enviado a la UEFA, no hay acreditación hasta nueva orden, con todos los puntos y comas en su sitio.
Mientras la burocracia sigue su curso, España se aleja del ruido en Donaueschingen. Uno de los jugadores que se entrena en esta bucólica pradera donde se pierden balones entre campos de cereales es Jesús Navas, 38 años y un historial de leyenda con la selección. Campeón del mundo en Sudáfrica 2010, campeón de la Eurocopa 2012, lo mismo de la última Nations League. Pocos futbolistas con ese pedigrí y esa longevidad.
Navas es el último superviviente de los campeones en Sudáfrica. Una fotografía en blanco y negro ya para algunos de sus compañeros, como Lamine
Yamal (16 años), Pedri o Fermín (21), futbolistas que han superado o están en trance de avanzar en la adolescencia. Lamine tenía dos años y ninguna noción en la memoria como para recordar el disparo de Iniesta, la parada de Casillas ante Robben o la cara del portero eufórico y sonriente al levantar la copa junto a todos los aficionados en España.
Navas era uno de los que ayer reclamaba pases a Rodri durante el entrenamiento en la pedanía de Donaueschingen o participó en el paseíllo con collejas para felicitar a Unai Simon antes de la sesión. Junto a él corretean los juveniles, toques sin dejar el balón, de Lamine para Nico Williams y vuelta a empezar.
«Pero nosotros no miramos la
edad», comenta Luis de la Fuente con el aval de su criterio que ha establecido, por ejemplo, que un delantero como Ayoze (30 años) se incorpore a la selección por encima de los pronósticos que lo catapultaban fuera de la misma en los descartes.
Navas asume con una sonrisa tímida su estatus de veterano experto en la selección española. La edad no impone barreras y tampoco categoriza los galones. Los capitanes del equipo español, por influencia o carácter, son Morata y Rodri por encima de él. Navas nunca fue un personaje de protagonismo absoluto.
«Claro que me acuerdo de la final del Mundial -rememora el sevillista-. La manera en que celebramos el gol de Iniesta y que
estábamos todos con los vellos de punta. Había una energía de grupo increíble y esa jugada siempre la llevarás encima. Estar ahí en el campo, pues es una sensación indescriptible».
Los futbolistas no siempre son devotos del fútbol. No viven de recuerdos o del pasado. «Muchos jugadores de la selección no vieron el gol de Iniesta y tampoco se puede apostar a lo que hayan repasado en Youtube», recuerdan en la Federación Española. Jugadores que no lo vieron en directo por una cuestión de edad y otros que poseen recuerdos difusos. Para Rodri, referente en el equipo dentro y fuera de la cancha, el recuerdo de su primer Mundial es Alemania 2006.