Heraldo de Aragón

Jesús Navas y los jugadores que no vieron el gol de Iniesta

El sevillista campeón del mundo en 2010 comparte vestuario con futbolista­s Q adolescent­es que no conocieron la época gloriosa de la selección española

- JOSÉ CARLOS CARABIAS

DONAUESCHI­NGEN (ALEMANIA). Una barrera blanca y una policía municipal que reclama la acreditaci­ón que no todo el mundo tiene separan al pueblo de Aasen del camino rural que conduce al campo de entrenamie­nto donde la selección española prepara la Eurocopa de Alemania. No todos los periodista­s poseen la credencial porque el rigor alemán fue llevado al extremo: si no coinciden las tildes o los nombres compuestos o el doble apellido del pasaporte con el documento enviado a la UEFA, no hay acreditaci­ón hasta nueva orden, con todos los puntos y comas en su sitio.

Mientras la burocracia sigue su curso, España se aleja del ruido en Donaueschi­ngen. Uno de los jugadores que se entrena en esta bucólica pradera donde se pierden balones entre campos de cereales es Jesús Navas, 38 años y un historial de leyenda con la selección. Campeón del mundo en Sudáfrica 2010, campeón de la Eurocopa 2012, lo mismo de la última Nations League. Pocos futbolista­s con ese pedigrí y esa longevidad.

Navas es el último supervivie­nte de los campeones en Sudáfrica. Una fotografía en blanco y negro ya para algunos de sus compañeros, como Lamine

Yamal (16 años), Pedri o Fermín (21), futbolista­s que han superado o están en trance de avanzar en la adolescenc­ia. Lamine tenía dos años y ninguna noción en la memoria como para recordar el disparo de Iniesta, la parada de Casillas ante Robben o la cara del portero eufórico y sonriente al levantar la copa junto a todos los aficionado­s en España.

Navas era uno de los que ayer reclamaba pases a Rodri durante el entrenamie­nto en la pedanía de Donaueschi­ngen o participó en el paseíllo con collejas para felicitar a Unai Simon antes de la sesión. Junto a él corretean los juveniles, toques sin dejar el balón, de Lamine para Nico Williams y vuelta a empezar.

«Pero nosotros no miramos la

edad», comenta Luis de la Fuente con el aval de su criterio que ha establecid­o, por ejemplo, que un delantero como Ayoze (30 años) se incorpore a la selección por encima de los pronóstico­s que lo catapultab­an fuera de la misma en los descartes.

Navas asume con una sonrisa tímida su estatus de veterano experto en la selección española. La edad no impone barreras y tampoco categoriza los galones. Los capitanes del equipo español, por influencia o carácter, son Morata y Rodri por encima de él. Navas nunca fue un personaje de protagonis­mo absoluto.

«Claro que me acuerdo de la final del Mundial -rememora el sevillista-. La manera en que celebramos el gol de Iniesta y que

estábamos todos con los vellos de punta. Había una energía de grupo increíble y esa jugada siempre la llevarás encima. Estar ahí en el campo, pues es una sensación indescript­ible».

Los futbolista­s no siempre son devotos del fútbol. No viven de recuerdos o del pasado. «Muchos jugadores de la selección no vieron el gol de Iniesta y tampoco se puede apostar a lo que hayan repasado en Youtube», recuerdan en la Federación Española. Jugadores que no lo vieron en directo por una cuestión de edad y otros que poseen recuerdos difusos. Para Rodri, referente en el equipo dentro y fuera de la cancha, el recuerdo de su primer Mundial es Alemania 2006.

 ?? @SEFUTBOL ?? Jesús Navas firma autógrafos a un grupo de aficionado­s, durante el primer entrenamie­nto de la selección española en Alemania.
@SEFUTBOL Jesús Navas firma autógrafos a un grupo de aficionado­s, durante el primer entrenamie­nto de la selección española en Alemania.

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