El Gobierno se afana en transmitir estabilidad en medio de la crisis de su socio minoritario
Sánchez mantendrá a Yolanda Díaz como su interlocutora Urtasun y Bustinduy garantizan la lealtad de su grupo
MADRID. No ha sido en absoluto habitual en esta legislatura ver a dos ministros de Sumar sentados en la mesa desde la que cada semana el Gobierno informa sobre los acuerdos del Consejo de Ministros, pero ayer ocurrió. El titular de Cultura, Ernest Urtasun, y el de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, compartieron escenario con la ministra portavoz, Pilar Alegría, y la vicepresidenta tercera y candidata socialista en los comicios europeos de este pasado domingo, Teresa Ribera.
Todo estaba dispuesto, un día después de que la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, renunciara a todos sus cargos orgánicos en la confluencia de partidos que lideraba desde hace más de un año por los malos resultados electorales, para transmitir un mensaje: «Aquí no ha pasado nada».
Los socialistas –que, centrados en su pugna con el PP, optaron de cara al 9-J por una campaña agre
siva de captación del voto útil de la izquierda que ha contribuido a vaciar a su socio–, niegan que la resultante haya sido contraproducente. Alegría rechazó que el Gobierno esté hoy más débil, pese a que su partido se ha dejado 1,5 puntos respecto a las generales del 23 de julio y Sumar, ahora
sin Podemos, más de siete. Y los ministros de Sumar insistieron en que la «máxima estabilidad» está, por su parte, garantizada.
«Afectación» institucional
«La decisión de Yolanda no va a tener afectación en términos institucionales. Hay un programa que se está aplicando y está dando resultados. Y lo que decidan ellos en sus ámbitos domésticos hay que respetarlo», sostienen en Moncloa.
Por lo pronto, ambas partes insisten en que la vicepresidenta segunda seguirá siendo, independientemente del proceso abierto en su espacio, quien ejerza de «interlocutora» de Pedro Sánchez –a quien informó la víspera de su decisión antes de hacerla pública– , quien coordine a los ministros de su ala y quien marque la pauta al grupo parlamentario del que, como recordó ayer Urtasun, también portavoz de la ejecutiva de Sumar, sigue siendo presidenta. «Este Gobierno tiene mucho que hacer y vamos a seguir desplegando el acuerdo de coalición que tenemos firmado», añadió el ministro de Cultura.
En las últimas semanas, antes de las europeas, ya se vivieron choques entre los miembros de la coalición. Sumar votó en el Congreso en contra de una proposición de ley presentada por el PSOE para abolir la prostitución, pero esa discrepancia se daba por descontada. Lo que de verdad sentó mal a los socialistas es que también se descolgaran del proyecto de ley del Suelo, que finalmente retiraron del pleno para evitar que fuera rechazada.
Urtasun, sin embargo, avisó: «Aquellos que están esperando que se produzca algún tipo de inestabilidad en el Gobierno van
a tener que seguir esperando. Tenemos un acuerdo de coalición para seguir mejorando la vida de la gente y eso incluye el máximo apoyo desde el Congreso a las iniciativas del Gobierno». También Bustinduy, que ayer presentaba la Estrategia de Cuidados 2024-203, abundó en la idea. «El compromiso con la agenda social y el acuerdo del Gobierno se plasma hoy mismo aquí», dijo.