Heraldo de Aragón

Sánchez sella el reconocimi­ento de Palestina con palabras de amistad para calmar a Israel

El presidente, que deslegitim­a a Hamás, da el paso histórico de propugnar un nuevo Estado con la frontera de 1967 y capital en Jerusalén Este

- M. SÁIZ-PARDO MIGUEL ÁNGEL ALFONSO

MADRID. La diplomacia española dio ayer un paso histórico con el reconocimi­ento de Palestina como Estado por parte del Consejo de Ministros que encabeza Pedro Sánchez. Una decisión con la que España se suma a la lista de 140 países en todo el mundo que ya lo hacen, tras casi siete décadas de conflicto en la región. Como en las ocasiones solemnes, el presidente del Gobierno compareció a las ocho y media de la mañana en las escalinata­s de acceso al palacio de la Moncloa, en un simbólico gesto institucio­nal con el que buscaba dotar de vuelo a una decisión que sigue la línea del acuerdo unánime adoptado en 2014 por el Congreso en favor de la llamada solución de los dos Estados –el israelí ya conformado y el nuevo árabe por configurar– como «vía para tratar de alcanzar una paz duradera».

La decisión, sin embargo, se produce con la guerra actual desangrand­o Gaza y no cuenta con el consenso del PP, principal partido de la oposición, ni tampoco con el respaldo de Estados Unidos o de las dos grandes potencias de la Unión Europea, Alemania y Francia. Aunque España no está del todo sola –da el paso junto a Noruega e Irlanda y Eslovenia lo hará mañana– como ya había anunciado el propio Sánchez en el Congreso.

Lo que el presidente reconoció ayer, a falta de un acuerdo entre las partes implicadas que hoy se antoja imposible, son las fronteras que estableció el Consejo de Seguridad de la ONU hasta 1967: Gaza y Cisjordani­a unidas por un corredor –de soberanía israelí pero gestión palestina– y con capital en Jerusalén Este. Desde aquella fecha, Israel ha ido ocupando poco a poco espacios cada vez más grandes de sus vecinos después de la llamada Guerra de los Seis Días.

Sánchez defiende que esta condición convertirí­a a Palestina en un Estado con la exigencia

de que sea «viable», una doctrina que puesta en práctica, a su juicio, permitirá acabar con las trágicas rencillas entre israelíes y palestinos. Estos últimos quedarían «unificados bajo el Gobierno legítimo de la

MADRID. Más allá de su innegable simbolismo, el reconocimi­ento por España de Palestina abre un abanico de incógnitas, muchas de las cuales no tienen todavía fácil respuesta. Estas son algunos de los interrogan­tes ante este movimiento histórico.

¿Qué aclara la declaració­n de Sánchez?

El presidente apuesta por un Estado palestino que conviva con el de Israel, con dos territorio­s –Gaza y Cisjordani­a– unidos por un corredor. El nuevo

Autoridad Nacional Palestina». Una detalle que no es baladí, ya que de este modo la diplomacia española efectúa una clara distinción entre la organizaci­ón administra­tiva que lidera el presidente Mahmud Abás frente al Estado que apoya España tendría su capital en Jerusalén Este y sus fronteras, de acuerdo a la ‘línea verde’ trazada antes de 1967. El Gobierno solo admite como legítimos representa­ntes de su pueblo a la Autoridad Palestina –el Ejecutivo de Fatah, que controla Cisjordani­a– y en ningún caso a Hamás, con su cuartel en Gaza.

¿Cuáles van a ser las consecuenc­ias en las relaciones con Palestina?

Por el momento, muy pocas

grupo terrorista Hamás, al que no dota de ninguna legitimida­d.

«Pueblo amigo de España»

El presidente reforzó su mensaje alegando que esta decisión «no es contra nadie», tampoco (o casi ninguna) y las que se conocen por ahora son negativas para la población palestina. El Ejecutivo de Pedro Sánchez, en principio, no tiene intención de abrir como tal una embajada en Ramala (Cisjordani­a). Exteriores había planeado que fuera el cónsul general en Jerusalén, el diplomátic­o Alfonso Lucini, quien representa­r a España ante el nuevo Estado. Sin embargo, el Gobierno de Tel Aviv, como una de las primeras medidas de represalia contra la decisión de España de

contra Israel, al que calificó como «pueblo amigo de España», y aseveró una vez más que el «único objetivo» es buscar la paz en la región. «Esta decisión muestra su rechazo absoluto a Hamás, que no cree en la solu

Las muchas preguntas y aún contadas respuestas que suscita el movimiento diplomátic­o español

reconocer el Estado Palestino, ha prohibido que el Consulado dé servicio a los palestinos.

¿Hasta dónde llegará la respuesta del Gobierno de Benjamín Netanyahu?

El Ejecutivo de Tel Aviv ha identifica­do el gesto español, con suma dureza, como un «premio» al terrorismo de Hamás. La misma mañana del anuncio del reconocimi­ento, hace una semana, Tel Aviv retiró a su embajadora. Desde entonces, el canciller hebreo, Israel Katz, ha ver

tido amenazas e insultos contra el Ejecutivo de Sánchez.

¿Por qué ha tomado Sánchez esta decisión en plena guerra en Gaza? El Gobierno espera que el reconocimi­ento conjunto de España, Irlanda, Noruega y Eslovenia mañana tenga un efecto dominó en la UE y anime a otros países europeos (como Malta, Bélgica o Portugal) a dar el paso. Hasta este martes, solo ocho de los 27 socios reconocían al Estado palestino: Chipre, Hungría, Polonia, Bulgaria, República Checa, Rumanía, Suecia y Eslovaquia.

¿En qué se basa el presidente para decir que el reconocimi­ento es un deseo mayoritari­o de los españoles? España nunca ha votado sobre la medida y el Gobierno ni siquiera ha consultado el parecer del Congreso para su decisión. Los únicos datos sobre el sentir de la ciudadanía son demoscópic­os. Según el Barómetro del Real Instituto Elcano, el 78% de los encuestado­s se declara a favor de la iniciativa.

¿Tiene el jefe del Gobierno la potestad para reconocer la existencia del Estado palestino sin el visto bueno del Congreso de los Diputados?

Sí. El artículo 97 de la Constituci­ón fija que el «Gobierno dirige la política interior y exterior, la Administra­ción civil y militar y la defensa del Estado» ción de los dos estados. España condenó desde el primer momento los atentados del 7 de octubre», insistió Sánchez.

Sin embargo, el reconocimi­ento de Palestina por parte de España ha provocado una airada reacción por parte del gabinete que dirige el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu. Esta se inició hace una semana con la retirada de su embajadora en Madrid, Rodica RadianGord­on. También prohibiend­o al Consulado en Jerusalén que preste sus servicios a la ciudadanía palestina, una medida diplomátic­a esta última no menor si se tiene en cuenta que España no tiene previsto inaugurar embajada en Ramala (Cisjordani­a) y que su intención es seguir operando con sus oficinas en Jerusalén. En el Ministerio de Asuntos Exteriores templan con que habrá «una respuesta serena y firme» a lo que consideran «provocacio­nes» del Estado hebreo para «desviar la atención».

Visita de delegacion­es árabes

Pese a la reapertura del conflicto diplomátic­o con el Estado hebreo, que permanecía latente, Sánchez ha precipitad­o el movimiento persuadido de que es comprendid­o por la mayor parte de la ciudadanía española. Moncloa se siente aún más respaldada tras desatarse la última y brutal oleada de violencia en la región, con varios bombardeos a campamento­s de refugiados en Rafah de los que el propio Netanyahu ha reconocido que fueron «un trágico error». Si la decisión no ha llegado antes se debe al resultado discreto que ha tenido el intento de dotarse del colchón de un amplio apoyo europeo. Este miércoles, Albares recibirá junto al presidente a sus homólogos de Qatar, Turquía, Arabia Saudí y Jordania, además de al primer ministro palestino, Mohamed Mustafá, ante los que defenderán la necesidad de reconocer a Israel aquellos que aún no lo hayan hecho, según indicaron fuentes gubernamen­tales.

En el panorama doméstico, el socio minoritari­o del Gobierno, Sumar, celebró ayer la decisión anunciada por Sánchez. Sin embargo, la vicepresid­enta segunda, Yolanda Díaz, alegó en una entrevista en TVE que el reconocimi­ento de Palestina «no es suficiente». A su juicio, y con la situación actual, «hay que llamar a consultas a la embajadora española en Tel Aviv, sumarnos a la demanda de Sudáfrica y poner un embargo a la venta de armas a Israel». El ala socialista de la coalición achaca los cuestionam­ientos de sus aliados al intento de la líder de Sumar de diferencia­rse, por un lado, del PSOE, y, por otro, de Podemos ante el 9-J.

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E. P. Pedro Sánchez comparece ayer en las escalinata­s de acceso al Palacio de la Moncloa para oficializa­r el reconocimi­ento del Estado palestino.
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COLPISA Fuente: Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinaci­ón de Asuntos Humanitari­os

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