Una salvación fraguada lejos de El Alcoraz
La SD Huesca, segundo mejor visitante de la categoría, es el único equipo que obtiene más puntos fuera de casa (27) que en su estadio (21)
HUESCA. La permanencia de la SD Huesca en Segunda División ha pasado, indudablemente, por las exhibiciones del equipo lejos de El Alcoraz. La cifra de 27 puntos en las 21 visitas solo la supera el Leganés con 33 unidades. Pese a ello, los 19 goles a favor y trece en contra que ha recibido el cuadro azulgrana –el que menos ha encajado lejos de su estadio– han sido suficientes para completar un balance redentor: seis victorias, nueve empates y seis derrotas.
A partir de la llegada de Hidalgo se comenzó a explotar el notorio margen de mejora que existía en la condición de forastero. Igualmente, el acierto en la apuesta de los planteamientos y manejo de los partidos también surtió evidente efecto. En las cinco primeras visitas –todavía con Cuco Ziganda–, solamente se sumó una victoria. Ya con el técnico catalán, el triunfo en primera ronda de Copa en Águilas (0–1) precedió a otras dos victorias consecutivas a domicilio en la competición doméstica (frente al Amorebieta 0–1 y ante el Real Zaragoza 0–2). Las visitas continuaron con dos derrotas por la mínima (en Andorra 1–0 y frente al Levante por 2–1), y con una nueva victoria en 1/32 de Copa del Rey entre dichos encuentros (0–2 contra el Antequera).
Números históricos
Justo después llegó la que iba a ser la mejor dinámica del curso como visitante, cuando el equipo se mantuvo durante siete encuentros seguidos sin perder fuera de casa. Cuatro meses invicto lejos de su feudo, con solo dos goles en contra. Una racha que llegó gracias a los 13 encuentros sin conocer la derrota que se mantuvo el equipo –récord en toda la historia del club–, manteniendo el marco intacto en ocho duelos consecutivos.
Aquellos cuatro meses en los que el equipo puntuaba una salida sí y otra también, le consolidaron como uno de los mejores visitantes de la categoría, manteniendo la pugna por el primer puesto con el Leganés, indiscutible líder por entonces. Llegaron de nuevo dos derrotas consecutivas (en Ferrol 2–1, que cortó la racha de invicto, y en Valladolid 1–0), que tuvieron un impacto negativo a efectos de la clasificación para la SD Huesca. La razón: la cifra de puntos tan pobre cosechada en El Alcoraz (21), donde la previsión era la de sumar bastantes más que los conseguidos a falta del choque contra el Levante.
Y por eso que, cuando falla el punto fuerte, el equipo lo nota. Tras aquella derrota en Valladolid, volvían las caras largas, cabezas gachas, mayor presión y tensión... Contando con que en El Alcoraz no se acababa de despegar. Pese a ello, las dos últimas visitas se acabaron convirtiendo en victorias –trascendentales y de categoría– que, finalmente, son las que han acabado arrojando la salvación. Primero en el Martínez Valero ante el Elche (0–3), y después en Cartagonova (0–2), el cuadro de Hidalgo volvió a poner en práctica lo que mejor sabe hacer, apoyándose en sus puntos fuertes para sacar adelante ambos encuentros: bloque sólido y sin concesiones en cualquier parcela del campo.
Y, en los dos últimos encuentros, añadiéndole el ingrediente tan diferencial de la efectividad, que ha sido, precisamente, uno de los factores que ha condenado al equipo a pelear por eludir el descenso. A falta de un encuentro para cerrar el curso, el cuadro altoaragonés es el tercer conjunto que menos goles ha anotado (36), solo por delante del Andorra y del Alcorcón y empatado con el Tenerife. La firmeza en labores defensivas –segundo equipo menos goleado (33)– le ha mantenido más que vivo hasta la consecución del objetivo.