Insultos y amenazas a Montero e Iglesias a su llegada al juzgado: «Sois unos miserables»
La Fiscalía pide tres años de cárcel a Miguel Frontera por el acoso continuado a la pareja y sus hijos en Galapagar
MADRID. El exvicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias y la exministra de Igualdad Irene Montero fueron increpados ayer al grito de «miserables» y «asquerosos» a su llegada a los juzgados de lo Penal de la capital, donde se celebró el juicio contra el individuo que durante siete meses acosó al matrimonio en su chalé de Galapagar.
Nada más llegar un grupo de personas comenzó a insultar y a amenazar a Iglesias y a Montero y uno en concreto se encaró chillándoles «miserables», «sinvergüenzas» «vende obreros», «asquerosos» y «aprovechados», entre otros improperios. Iglesias recalcó que a través de la estrategia «del acoso y la violencia» trataron de que dejaran este país y la política. «Acosaron durante meses a dos ministros de Podemos. Ojalá no haya impunidad y no vuelva a ocurrir. Si fueran ministros del PP y PSOE no hubiera ocurrido», dijo. Montero, por su parte, subrayó que el acusado Miguel Frontera es «el instigador del acoso que sufrieron durante meses en su domicilio». «Es la punta de lanza de una violencia sin precedentes contra una formación política para impedir avances sociales», resaltó la candidata de Podemos a las elecciones europeas del 9 de junio.
Frontera, el supuesto hostigador de las protestas frente a la casa de la pareja en 2020, en plena pandemia, se sentó en el banquillo y se enfrenta a tres años de prisión por delitos de injurias graves con publicidad a la autoridad, acoso y descubrimiento de secretos.
Durante su declaración, Iglesias y Montero relataron la situación de «angustia» y «estrés» que soportaban a diario con insultos a diferentes horas del día, lo que no cesó hasta diciembre de 2020 cuando intervino un juzgado con una orden de alejamiento. El expolítico aseguró que el día de su cumpleaños el procesado se saltó el perímetro y le dijo: «Felicidades, hijo de puta», extremo que el procesado negó, minimizando los hechos acusatorios y presentándose como víctima.