Heraldo de Aragón

Aragón afronta una campaña de incendios con «riesgo desigual» en la que preocupa la sequía de Teruel

El 97,4% de los fuegos registrado­s hasta abril se originó por causas humanas El 15 de junio próximo, la Comunidad activará la fase máxima en la lucha contra los siniestros forestales

- S. CAMPO

ZARAGOZA. Tras las lluvias de mayo, Aragón afronta la campaña de lucha contra los incendios forestales con un «riesgo desigual», a priori menor que el año pasado, pero con los ojos puestos en la zona sureste de la Comunidad, en la provincia turolense, especialme­nte afectada por la sequía. Las zonas que más preocupan son la cuenca del Mijares, Javalambre, las muelas del valle del Ebro y Valmadrid, mientras el Somontano occidental y el Pirineo presentan la condicione­s favorables por la humedad que acumulan.

Este escenario dibujó ayer el consejero de Medio Ambiente y Turismo, Manuel Blasco, en la presentaci­ón del operativo que se desplegará el 15 de junio, cuando se inicia habitualme­nte la fase de máxima activación, y que se prolongará hasta el 15 de septiembre. Casi todo está ya listo y se van a invertir 46,75 millones de euros. Comprende 62 cuadrillas terrestres y 8 helitransp­ortadas, 68 vehí

Gestión Forestal, Ana Oliván, explicó que ya se ha celebrado una mesa técnica a raíz del ataque al agente, que recibió un puñetazo y amenazas por parte de un trabajador de la maderera, y que se está pendiente de acordar con las centrales el material disuasorio y de protección que consideran más adecuado. culos terrestres y 9 medios aéreos que suponen un operativo de 625 personas trabajando diariament­e. No obstante, el mapa de riesgo de fuego puede variar en las próximas semanas si, como ocurrió el año pasado, regresan las precipitac­iones en junio.

Blasco, que compareció con la directora general de Gestión Forestal, Ana Oliván, y la jefa de servicio de Gestión de los Incendios Forestales, Maribel Ureta, hizo un llamamient­o a la colaboraci­ón de administra­ciones, agricultor­es, empresas y ciudadanía en general para extremar las precaucion­es. «Cualquier negligenci­a, cualquier descuido, puede provocar un incendio que luego lamentarem­os todos», señaló. El año pasado fue «extraordin­ariamente bueno» por las condicione­s climáticas que se vivieron, el mejor de las últimas dos décadas, pero insistió en que no se puede «bajar la guardia».

Las responsabl­es de gestión forestal llamaron la atención sobre varios datos. En los siniestros forestales ocurridos este año hasta finales de abril, el 97,4% se debieron a causas humanas y solo un 2,6% a naturales (sobre todo rayos), un porcentaje este último que aumenta durante el verano cuando abundan las tormentas con gran aparato eléctrico sobre todo en zonas como Gúdar.

Ureta puso el foco en que los datos revelan que, en invierno y primavera, más del 70% de la superficie quemada se produce por usos inadecuado­s del fuego, mayoritari­amente quemas agrícolas, en días con riesgo alto en los que están prohibidas. Además, subrayó que en los últimos 15 años, el 90% de la superficie forestal se ha calcinado en solo el 1% de los siniestros, que suceden en días que hay un riesgo importante (naranja) o alto (rojo).

Los incendios vividos este mayo en Batea y Lledó, que arrasaron en la Comunidad 471,74 y 51,95 hectáreas, respectiva­mente, rompieron la buena estadístic­a del primer cuatrimest­re, que arrojaba cifras por debajo de la media. Sobre estos dos focos, la jefa de servicio precisó que ambos se extendiero­n «por el fuerte viento». Mientras el de Lledó fue provocado por «un coche que se prendió fuego en el monte», el origen del de Batea sigue investigán­dose, pero todo apunta a una quema agrícola «que se descontrol­ó». Con estos dos incidentes, los más importante­s registrado­s hasta el momento, se contabiliz­an al menos 80 siniestros (78 hasta el 30 de abril) con una superficie quemada de casi 600 hectáreas.

La directora general de Gestión Forestal concretó algunas de las novedades de la campaña que está a la vista. El helicópter­o para labores de coordinaci­ón de medios aéreos, que actualment­e sale de la base de Zaragoza, pasará en cuanto sea posible a las nuevas instalacio­nes de Villanueva de Gállego que compartirá con el del 112. En Villanueva está pendiente de terminarse la instalació­n eléctrica, explicó Oliván, un trámite que depende del Ayuntamien­to.

Otras mejoras son la puesta en marcha de la red de comunicaci­ones de emergencia­s unificada, la remodelaci­ón de los puntos de encuentro de las cuadrillas y el uso de la base helitransp­ortada de Calamocha.

Negociació­n con Sarga

En total, la inversión prevista es de 46,75 millones y la partida más elevada, de 28,70 millones, correspond­e al importe que se transfiere a la sociedad pública Sarga para financiar el operativo.

El consejero se refirió también a la negociació­n del convenio que están llevando a cabo el comité de empresa de Sarga y la empresa pública autonómica de gestión de incendios y que lleva caducado desde 2017. La preocupaci­ón de la plantilla es extender a todo el año los contratos que ahora son de 10 meses. Blasco apuntó que las «instruccio­nes» de la consejería van en la línea de atender la demanda sindical y que lo que más le preocupa es «la seguridad de todos los trabajador­es», aunque toca esperar a que se llegue a un acuerdo.

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