Bancalero defiende la «reorganización» de la sanidad y el PSOE denuncia «recortes»
Bronco debate en las Cortes sobre amortización de plazas y alusiones a una posible «delito de prevaricación»
ZARAGOZA. El pleno de las Cortes de Aragón empezó ayer con un tenso debate entre el grupo parlamentario socialista y el consejero de Sanidad, José Luis Bancalero, con acusaciones cruzadas de «mentiras», «falta de planificación» y dejación de funciones.
La bronca subió de nivel cuando el portavoz parlamentario socialista, Iván Carpi, afeó a la DGA derivar procesos asistenciales a «empresas privadas que revolotean alrededor del PP». Los populares criticaron estas palabras, tanto en el pleno como a través de las redes sociales, al entender que se les acusaba de un delito de prevaricación, y pidieron que se rectificara, algo que no se hizo. El propio consejero le responsabilizó de hacer «fango».
Carpi aludió también a la instrucción emitida por la gerente del Salud en enero que posibilita a directivos hacer guardias en atención continuada ante la falta de profesionales. «No vale –dijo– hacer una instrucción para saltarse la ley». Bancalero, por su parte, defendió la medida argumentando que «si alguien no fue cumplidor u objetivo con la ley fueron ustedes, hemos hecho una instrucción para que quede reflejado». Sostuvo que el documento permite que «médicos y enfermeros arrimen el hombro para sacar la asistencia sanitaria».
El grupo del PSOE había solicitado la comparecencia de Bancalero para que informara sobre el «plan de recortes de médicos denominado, en palabras de los responsables de los sectores sanitarios de Huesca, Alcañiz y Teruel, “redistribución de la Atención Primaria en los pueblos de Aragón”, que ha anunciado el Gobierno de Aragón en las consultas médicas del medio rural», según figuraba en el orden del día. El socialista Iván Carpi dirigió unas duras palabras al consejero en su primera intervención. «En lugar de planificar y organizar –afirmó–, siguen mintiéndonos. Hablan de eufemismos, como reestructuración, planes, pero lo único que hacen es recortar». Y volvió a recordar la situación en los centros de salud de Ayerbe y Almudévar.
Bancalero, por su parte, defendió la «necesidad de reorganización de la atención primaria en Aragón», donde la «infradotación de recursos humanos es un grave problema estructural, que genera preocupación y precisa de respuestas urgentes». Aludió al anterior Gobierno de Javier Lambán y dijo que «no hizo nada». El consejero rechazó que haya «recortes». «Olvídese de seguir con ese mantra», respondió a Carpi.
«Es agotador escucharles quejarse siempre y no aportar ni una sola solución. Nosotros cumplimos lo que decimos y sabemos gestionar. Debemos reenfocar la atención primaria hacia nuevas necesidades asistenciales, reorganizar la asistencia, contar con nuevos perfiles profesionales, dar mayor protagonismo a enfermería», para atender «una alta carga de enfermedades asociadas al envejecimiento» y «apostar por un nuevo mapa sanitario». «La atención primaria requiere reinventarse, imaginación, sobre todo por lo que nos hemos encontrado, y ya hemos aportado soluciones», aseguró el consejero, que defendió que se ha reducido la demora media mensual para una cita en el centro de salud en un 18% respecto a 2023.
Reiteró la necesidad de un pacto de Estado por la Sanidad y pidió a la oposición su «apoyo, colaboración y buena disposición». Bancalero recordó «la falta de compromiso del Gobierno de Sánchez con la Sanidad». «Hemos tenido seis ministros de Sanidad en cinco años», apostilló. «La Sanidad merece mayor atención y continuidad en el trabajo», insistió, al tiempo que recordó que ante estas mismas Cortes ya se presentó una proposición no de ley el pasado 8 de abril donde se abogaba por ello.
Una medida a la que se refirió el consejero fue el acuerdo para fidelizar a los residente que acaban su formación y atraer el talento, aprobado el miércoles en Consejo de Gobierno. «Hemos recibido llamadas de aragoneses que se han formado fuera para venir a trabajar», indicó, criticando que el anterior Ejecutivo «dejó hasta 70 contratos basura sin cubrir». Por su parte, el diputado parlamentario socialista señaló que la «medida estrella» del departamento «ha sido un absoluto fracaso» y dudó de que haya interés por parte de médicos de otras comunidades. Las 17 vacantes de mir de Medicina Familiar y Comunitaria, además de las tres renuncias de esta especialidad antes de tomar posesión de la plaza, evidencian una situación «dramática» y «pone en cuestión la asistencia de este verano».
«Preocupación» de la sociedad Jesús Fuertes (PP) reclamó al Ministerio que convoque un Consejo Interterritorial de Salud, que aborde el problema de la falta de profesionales, «porque es un problema grave». Santiago Morón (Vox), defendió que «las políticas cortoplacistas del anterior Ejecutivo han llevado a la sanidad a la situación actual».
Isabel Lasobras (CHA) pidió conocer «cómo van a atender este déficit de cara al futuro» porque, dijo, «la solución no es crear nuevas plazas, sino cuidar a los médicos». Joaquín Moreno (Aragón-Teruel Existe) reconoció que faltan facultativos, pero «ese no es el único problema». En su opinión, «los sistemas sanitarios basados en la atención primaria son más efectivos».
Andoni Corrales (Podemos) preguntó al PP «cuál es la fecha límite» para asumir que la culpa es del actual Gobierno.
Álvaro Sanz (IU) demandó «respeto por la gente que se organiza en defensa de la salud» y señaló que «el problema es que no abordan cambios estructurales, y al final es más de lo mismo, privatizar, externalizar, sobrecargar y digitalizar».
Alberto Izquierdo (PAR) dijo que «en el territorio la gente está preocupada y lo que hay que hacer es buscar una solución. Se acerca el verano, y en un mes nos vamos a ver en un colapso absoluto otra vez».