Aragón rompe su tendencia ascendente y pierde 2.566 habitantes en el inicio del año
Se trata de la comunidad autónoma en la que más cayó la población durante el primer trimestre de 2024 Al descenso constante de residentes españoles se unió una ligera bajada de los extranjeros
ZARAGOZA. La Comunidad aragonesa rompió en el primer trimestre de 2024 su racha ascendente al perder 2.566 habitantes. Al descenso continuado de los residentes españoles se unió una ligera reducción de los nacidos en el extranjero y todo ello ha derivado en que el cómputo de la población baje hasta las 1.346.806 personas. No obstante, estas cifras se encuentran por encima de las registradas hace un año, en abril de 2023, cuando había 1.344.081 afincados en Aragón.
La población de origen español, que supone el 82,55% del total, se redujo en 2.330 habitantes en este primer trimestre y la bajada anual asciende a 5.686, afectada por los fallecimientos propios de una población envejecida y el cada vez menor número de nacimientos. Por el contrario, son los nacidos fuera del país los que consiguen que la balanza demográfica no se desequilibre del todo. En el último año se han incrementado en 8.411, pese a que 236 decidieron dejar la Comunidad aragonesa entre el 1 de enero y el 1 de abril de 2024, lo que ha desencadenado en el mayor descenso demográfico del país en este periodo.
Aunque Ángel Pueyo, catedrático de Geografía humana de la Universidad de Zaragoza, recuerda que son datos correspondientes a un periodo muy concreto, reconoce que se dan en un momento de «mala producción agropecuaria, con un contexto de territorios de agroindustria intensiva y de invernadero que, aunque ofrezca sueldos bajos, cuenta con una temporalidad más alta».
Asimismo pone el foco en que la inmigración del este de Europa, fundamentalmente la rumana, se ha «ralentizado». También lo ha hecho la nicaragüense, motivada por el «elevado coste de los vuelos y pasaportes y mayores controles para llegar a España».
En el conjunto del país, la mayoría de los inmigrantes llegan de Colombia, Venezuela y Marruecos. Los primeros tienen «redes familiares y personales en otros espacios del Estado», mientras que los marroquíes están «muy ligados a la actividad agropecuaria y tienen un fuerte arraigo a la costa mediterránea». Todo ello podría dificultar que se mantuviera el ritmo de crecimiento registrado en Aragón en los últimos años.