«Los trabajadores tienen devoción por nuestros hijos»
HUESCA. A las diez en punto de la mañana y con una agradable temperatura de unos 15 grados, la marcha de 18 km partió de la explanada del Palacio de Congresos encabezada por los usuarios en sillas de ruedas de Aspace, empujadas por las principales autoridades y también familiares.
Uno de ellos era Pablo Gracia Bagüés, de 26 años, con parálisis cerebral de nacimiento, que tenía la ayuda de sus hermanas pequeñas, Alba y María, para tirar de la silla. Sus padres, Laura y José Ángel, agradecieron enormemente la respuesta de los oscenses «porque cada año se supera y es muy necesario este tipo de causas por los beneficios que tiene para los niños y porque los usuarios se hacen más mayores y esa nueva residencia se necesita de verdad». Además, animaron a los participantes a hacerse socios de Aspace «porque es una aportación económica que tampoco supone tanto y, además, tiene mucha desgravación». Y aseguraron estar encantados con la atención que presta la entidad a su hijo y al resto de usuarios «porque los trabajadores tienen devoción por ellos y están de maravilla».
También participó en silla de ruedas María, de 30 años, que lleva «toda la vida» en Aspace después de que con solo dos años le diagnosticaran una enfermedad rara (leucodistrofia metacromática) que provoca una degeneración de nervios y que sufren muy pocas personas en el mundo, aunque ahora están realizando nuevos estudios. Su madre valoró la «gran organización» de la marcha y las cifras de participación «porque la ciudad de Huesca se está volcando para conseguir esa residencia», agradeció. A su juicio, es un nuevo servicio muy necesario «porque se lo merecen y porque cada año salen más personas que lo requieren; además, hay que pensar en el futuro ya que nosotros un día faltaremos pero ellos se quedarán y tienen que estar bien atendidos para poder salir adelante».