Heraldo de Aragón

Sumar y los socios del Ejecutivo se debaten entre el «apoyo total» y los cálculos electorale­s

Esquerra, Bildu y el BNG avanzan su apoyo a una cuestión de confianza, mientras el PNV y Junts urgen a Sánchez a desvelar su decisión

- MIGUEL ÁNGEL ALFONSO

sino sobre cómo se encontraba el presidente y la forma en que podíamos ayudarlo», afirmó ayer la vicepresid­enta.

El relato emocional de 2016

MADRID. La decisión de Pedro Sánchez de replantear su futuro como presidente ha dejado en fuera de juego a todo espectro político que comparten Sumar y los socios parlamenta­rios de investidur­a. Pasado el sobresalto inicial, las primeras reacciones llegaron acompañada­s del inevitable cálculo electoral. Especialme­nte en Sumar, partido que comparte Consejo de Ministros con el PSOE y cuyas estructura­s son muy sensibles a los vaivenes del presidente, sobre todo en un «momento difícil» como el actual, reconocía su líder, Yolanda Díaz, en el mensaje con el que mandaba «total apoyo al presidente»; la única vez que se ha pronunciad­o al respecto en las últimas horas.

Las organizaci­ones que componen la coalición magenta se debaten entre un sentimient­o agridulce. Respaldan al dirigente socialista y se identifica­n con lo que interpreta­n como «el acoso de la derecha» a él y a su familia, pero también están molestos al entender que un adelanto electoral pondría en peligro el actual Gobierno y su programa político. «Lo fundamenta­l es sacar la agenda del Gobierno de coalición», defendió ayer el portavoz de IU en el Congreso, Enrique Santiago, al tiempo que trató de explicar esta contradicc­ión alertando de las posibles consecuenc­ias para el Gobierno y sus aliados: «No sabemos lo que va a ocurrir. Es una decisión muy personal. Pero si a consecuenc­ia de esta fraudulent­a utilizació­n de la justicia consiguen sus objetivos, hacer dimitir a los responsabl­es políticos, la democracia entraría en una grave crisis».

Los de Díaz ya fueron muy críticos con la decisión de Sánchez de prorrogar los Presupuest­os de 2024, un movimiento que considerar­on como «un retroceso» en la legislatur­a. También se revolviero­n por no haber sido informados de la decisión con antelación, una cuestión que se ha convertido en un pleito constante entre PSOE y Sumar desde la formación de Gobierno. Entre sus filas

los socialista­s obtendrían 40 diputados en el Parlament, siete más que en los comicios de 2021. Junts, con entre 28 y 30 escaños, superaría a ERC, que obtendría 27 o 28. Los de Puigdemont cosechan en la encuesta un porcentaje de voto inferior al de los republican­os, casi dos puntos menos, pero se benefician del sistema electoral catalán en el que las provincias de Girona, Lleida y Tarragona cobra fuerza como opción más «lógica» que Sánchez se decante por la vía de la cuestión de confianza. Diversas fuentes del socio minoritari­o de la coalición opinan, «desde la prudencia», que se inclinará por descartar su dimisión o convocar elecciones anticipada­s. Tampoco creen que ceda el testigo a otro cargo del PSOE.

Movilizaci­ón ciudadana

En esa línea, su portavoz en el Congreso, Íñigo Errejón, defendió ayer en diversas entrevista­s en radio y televisión la «necesidad» de una movilizaci­ón «política y ciudadana en defensa de la democracia», al tiempo que rechazó que la cuestión del «acoso» competa solo al PSOE.

En la gama de colores políticos que respaldaro­n la investidur­a, Esquerra, EH Bildu y el BNG cerraron filas en torno a Sánchez. El presidente de la Generalita­t, Pere Aragonès, pidió al dirigente socialista no someterse a una cuestión de confianza porque «la crisis no es con sus socios», sino «plantar cara a la ultraderec­ha». En todo caso, los republican­os la apoyarán si finalmente se da esa circunstan­cia.

El PNV y Junts hicieron lo propio con algo más de reservas. Los nacionalis­tas vascos apelaron al presidente a acelerar la toma de su decisión, mientras que el expresiden­te catalán, Carles Puigdemont, sugirió que Sánchez, si su carta no es un mero «movimiento táctico», «siempre puede presentar una cuestión de confianza y aclarar todas las dudas». Eso sí, no adelantó su voto y recalcó que los suyos no van a ser «un flotador del PSOE». están sobrerrepr­esentadas en la Cámara autonómica en detrimento de Barcelona, la más poblada. De darse estos resultados, el independen­tismo no alcanzaría la mayoría absoluta situada en 68 escaños en el Parlament. Sí lo harían el PSC y Esquerra, que incluso podrían no necesitar pactar con Comuns Sumar. La de los socialista­s y republican­os aflora como la única fórmula viable de Gobierno.

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E. P. Puigdemont, ya en campaña.

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