De Lorente y Sender a Conget: más de un siglo de novelas que suceden en el campus
Fermín Ezpeleta Aguilar, escritor y doctor en Filología Hispánica, publica en la editorial Prensas de la Universidad de Zaragoza ‘La novela española de costumbres universitarias’
La novela española de costumbres universitarias’ tiene su lejano origen en mi tesis doctoral de 2005, ‘Maestros y profesores en la novela española’. Allí consideré novelas de ambiente colegial, de escuelas, internados, institutos y cinco o seis de costumbres universitarias», dice el doctor en Filología Hispánica y escritor Fermín Ezpeleta Aguilar, que acaba de publicar el volumen en Prensas de la Universidad de Zaragoza, que fija su estudio entre los años 70 del siglo XIX y «el comienzo de la época democrática»; aun así incluye algunos títulos posteriores, entre ellas ‘Gaudeaumus’ (1986), de José María Conget, y ‘Motín universitario’ (1995) de Gabriel Campo, «una novela de la época de las matrículas de deshonor, de trágicas novatadas y lucha por el poder de la Falange en Aragón de los años 50». Apunta, ya de paso el autor, que «son muy interesantes las dos».
Asegura Fermín Ezpeleta que la nueva publicación, de 220 páginas y con ilustración de Dionisio Platel, «es un libro de paciencia, de coleccionista. He reunido 70 novelas españolas, muchas desconocidas, con el esquema de peripecia de un estudiante o una estudiante que cuenta su paso por la universidad. Aquí se ha estudiado un poco la novela de campus, que trata las costumbres universitarias desde el punto de vista del docente y trata de la endogamia de la tribu profesoral», dice. Una de las novelas modelo es ‘La casa de la Troya’ (1915) de Pérez Lugín, cuyo antecedente sería ‘El último estudiante’ (1883) de Juan Armada Losada, marqués de Figueroa.
Al tratarse de un ‘corpus’ extenso, salen casi todas las universidades de España. «Respecto a la Universidad de Zaragoza, hay también varias muestras, ‘Minerva’ (1925) del bilbilitano Juan José Lorente; ‘Novia de los estudiantes’ (1925), de Castán Palomar, y parcialmente, ‘Cuatro fracasos’, de Antonio Blasco del Cacho, novela de estudiantina, de amores y de guerra. Por otra parte, el borrador novelesco de Joaquín Costa, ‘Justo de Valdediós’, contiene una parte de costumbres estudiantinas.
En época del costumbrismo romántico, el bilbilitano Vicente de la Fuente proporciona ya el anticipo del género en sus cuadros costumbristas, ‘Costumbres estudiantinas’, que publica en ‘Semanario Pintoresco Español’ de Ramón de Mesonero Romanos».
Además de las citadas, hay que señalar del zaragozano Eduardo Ibarra, ‘Del Estudio a las Indias’ (1944), ambientada en la Universidad de Salamanca clásica. También cita, de Manuel Lamana, ‘Otros hombres’ (1956), sobre la fuga a Francia desde el Valle de Cuelgamuros de los estudiantes Lamana y Nicolás Sánchez Albornoz, una novela que recuperó a finales de los años 80 la zaragozana Ediciones del Valle y que dio lugar a una película de Fernando Colomo. «Añado, respecto a los autores aragoneses, al gran Ramón J. Sender, autor de todo el ciclo de Nancy, a partir de ‘La tesis de Nancy’; y otra novela suya bastante desconocida, ‘Arlane y la gaya ciencia’ (1976), ambientada en un campus norteamericano», dice el historiador.
Fermín Ezpeleta se ha encontrado con un copioso anecdotario, donde hay gamberradas, personajes célebres como Goya o Fray Luis de León, escenarios de guerra, la alumna seducida por el profesor y el matrimonio entre profesores y alumnos.
También hay lugar para el erotismo. «Me ha sorprendido la serie de novelas eróticas, con descubrimiento de novelas desconocidas, por ejemplo, las de Andrés González Blanco, subtituladas ‘Novela de la pícara vida estudiantil’, una, y la otra, novela de chulos madrileños y estudiantes provincianos. La de Ángel Requena se titula ‘Camino de perversión, novela de vampiresas y estudiantes’», dice. Y, en una dirección menos descarada, que el asunto de la mujer universitario «se toca en ‘El amor catedrático’ (1910), de Gregorio Martínez Sierra.
Y por supuesto una de los grandes novelas de la literatura española, de campus, es ‘Nada’ de Carmen Laforet, ganadora del Premio Nadal. Hace unos años, en la Universidad, el escritor y catedrático de Derecho José María Pérez Collados, zaragozano, creó un premio de novela de campus.