El Banco de España alerta de que el mercado no está valorando bien los riesgos
Advierte de «descensos abruptos» de los precios de los activos si aumentan las tensiones geopolíticas, mientras vigila la sobrevaloración inmobiliaria
MADRID. El Banco de España alerta de que las tensiones geopolíticas pueden provocar «descensos abruptos de los precios de los activos financieros con riesgo», además de perturbar negativamente el comercio de energía y de otras materias primas (algo que ya vivimos con la invasión de Ucrania). Ahora sigue la guerra Rusia-Ucrania, Israel-Gaza y con el bombardeo por parte de Irán a Israel la situación se recrudece aún más. El informe de Estabilidad Financiera del Banco de España publicado este lunes se terminó antes de que Irán lanzara el misil contra Israel, pero ya señalaba que, en la medida en que estas tensiones se traduzcan en una mayor incertidumbre económica, su impacto sobre la actividad podría ser significativo.
De hecho, el supervisor financiero señala que el mercado no está valorando suficientemente el riesgo y por eso no se refleja en los precios de los activos y las primas de riesgo se mantienen bajas. Pero si el crecimiento económico o la inflación no fueran los esperados o aumentara el riesgo geopolítico, subirían las primas de riesgo, los precios y valoración de los activos bajarían y las condiciones de financiación serían mucho más duras, explicó el director general de Estabilidad Financiera, Regulación y Resolución del Banco de España, Ángel Estrada.
No obstante, el supervisor señala que los riesgos geopolíticos se mantienen «contenidos», aunque constituyen una fuente de incertidumbre de «difícil cuantificación» y que siguen los riesgos a la baja en el crecimiento económico.
El Banco de España está sometiendo a una «vigilancia intensa» al sector inmobiliario debido a que los precios no están reaccionando a la caída de las ventas, sino que se están acelerando. «Hay que mirar con mucho detenimiento este sector», destacó el director general de Estabilidad Financiera. En todo caso, señaló que observan «una pequeña sobrevaloración de los precios de la vivienda pero está acotada».
El año pasado, se multiplicaron por diez las peticiones de alivio hipotecario: 61.428 hogares solicitaron la aplicación del Código de Buenas Prácticas al no poder hacer frente al pago de sus hipotecas. Se ha notado la subida de los tipos de interés y el endurecimiento hipotecario porque un año antes las peticiones fueron solo 5.751. De las más de 61.000 solicitudes, los bancos aprobaron medidas solo para 7.900 hipotecas, el 12% de las presentadas, y rechazaron 25.818, el 42% (por no cumplir las condiciones exigidas por el Código de Buenas Prácticas, según el Banco de España) y el 45% está en estudio. El Código de Buenas Prácticas permite, entre otras medidas, solicitar un aplazamiento, aumentar el plazo de la hipoteca, pedir un periodo de carencia o la dación en pago. En su momento se cifró en 200.000 el número de hogares que por su nivel de renta podrían acogerse al Código de Buenas Prácticas. Según el Banco de España, que no hayan acudido muchas familias a pedir alivio hipotecario son buenas noticias, reflejo de que la situación económica ha ido mejor de lo que se esperaba y que las condiciones en que se han concedido los prestamos han sido muy prudentes en comparación con lo que había cuando estalló la crisis financiera e inmobiliaria.
Por otra parte, el Banco de España no prevé que los tipos de interés aplicados a los créditos hipotecarios vuelvan a los niveles de 2021, antes del endurecimiento monetario, según señala en su Informe de Estabilidad Financiera. Afirma que los tipos de interés de referencia se situarán «significativamente por encima» del nivel previo al ciclo de subidas, por lo que el coste de los hogares para acceder a nuevo crédito o renovar importes vencidos se mantendrá en un nivel «relativamente alto».
Tipos de interés
Considera que ya se ha trasladado a las hipotecas prácticamente toda la subida de tipos de interés, y que esta se ha visto compensada, en buena medida, por el crecimiento de las rentas en los hogares, lo que ha permitido contener en el 11,2% el número de hogares con una carga financiera bruta elevada (cuando los gastos financieros son superiores al 40% de los ingresos).
El elevado nivel de endeudamiento público sigue siendo la principal vulnerabilidad de la economía española. El supervisor apunta que, en ausencia del necesario plan de consolidación, la deuda pública alcanzaría niveles elevados en el futuro, aproximadamente el 120% del PIB en 2040.
Por otro lado, subraya que en los bancos españoles, a pesar de incrementar sus resultados un 28% en 2023, impulsados por el aumento del margen de intereses, eso no se ha traducido en un «fortalecimiento significativo» de la solvencia del sector financiero, a diferencia de lo que ha ocurrido en países de nuestro entorno, por lo que la distancia que nos separaba de ellos se ha ampliado.