Menos inversión empresarial en Aragón
I Luis H. Menéndez
Pese a reconocer que las cosas no van mal del todo y que si ha habido desaceleración económica esta se ha producido de manera suave, la comisión de Coyuntura de CEOE Aragón ha llamado la atención esta semana sobre el hecho de que no se haya recuperado en la Comunidad el índice inversor anterior a la pandemia.
Félix Longás, presidente de esa comisión, atribuyó ante la prensa esta realidad al hecho de que los tipos de interés aún están elevados, a la lentitud con la que están llegando a las compañías las ayudas europeas orquestadas para salir de la crisis de la covid-19 y que deberían ayudar a transformar nuestro modelo productivo, a la presión fiscal, a la burocracia y a la inseguridad jurídica causada por el Gobierno central.
Todo esto ocurre en medio de una gran inestabilidad geopolítica, con guerras que repercuten de modo indirecto a la actividad económica y con un calendario electoral para los próximos meses (en España y en otros países, entre ellos Estados Unidos) muy intenso.
Longás reconoció que hay diferencias entre lo que se da en las grandes empresas y en las pymes y en los autónomos, recordando con datos que hoy tenemos en Aragón menos compañías inscritas en la Seguridad Social que las que había antes de la pandemia (673 menos, para ser exactos). Es decir, que aunque se puede hablar de una evolución de la economía positiva en términos generales, las cosas van mejor a los grandes que a los pequeños y eso se está notando de un modo particular en la inversión. En el ámbito industrial, con el peligro de que el parque de maquinaria no sea renovado convenientemente y, por tanto, la productividad pueda verse comprometida. Al final, pesarán como siempre las expectativas, y eso depende de muchos y variados factores.