Operaciones antiyihadistas en Zaragoza desde 2012
La estratégica ubicación de la capital aragonesa, a caballo entre Madrid y Barcelona y a una distancia similar de Bilbao y Valencia, la convierte en un enclave logístico de primer orden, también, parece, para el terrorismo yihadista, que ha visto su potencial como núcleo de captación de adeptos. No solo en la calle, sino también en las cárceles, sobre todo en Daroca.
La Audiencia Nacional juzgó ayer precisamente a O. J. V, al que la Guardia Civil detuvo el 3 de octubre de 2022 en Zaragoza tras descubrir que se había unido al Dáesh y se disponía a viajar a la zona conocida como Sham (territorio que comprende lugares de Siria e Irak). El arrestado, de origen español y para el que la Fiscalía solicitaba inicialmente 12 años de prisión por integración en organización terrorista, se había procurado entrenamiento militar y estaba capacitado en uso de armamento y explosivos. Había solicitado hasta en dos ocasiones su ingreso en las Fuerzas Armadas Españolas. Un acuerdo con el Ministerio Público hizo que el procesado aceptara
La Audiencia Nacional juzgó ayer a O. J. V., detenido en la capital aragonesa en octubre de 2022 tras descubrir que se había unido al Dáesh. De origen español, acepta 6 años de cárcel tras un acuerdo con la Fiscalía una condena de 6 años de prisión.
El caso que aún se instruye es el del imán detenido el 15 de noviembre de 2023 en Zaragoza en el marco de la Operación Bruder, por la que se arrestó a otras cinco personas en Madrid, Badajoz y Valencia. Según la Policía, los investigados constituían una red que financiaba a la milicia yihadista Jaysh Al Islam, colaboradora de Al Qaeda en Siria. Se calcula que les enviaron unos 300.000 euros usando como cobertura una campaña de recaudación de donativos para ayudar a niños huérfanos sirios. La Fiscalía pidió prisión provisional eludible con fianza para los detenidos y todos acabaron en libertad.
Solo un año antes, el 15 de noviembre de 2022, el Grupo de Acción Rápida de la Guardia Civil ponía en marcha otra operación en el barrio de La Magdalena de Zaragoza que se saldó con un detenido de origen argelino. Al parecer, el arrestado habría compartido contenido yihadista pro-Dáesh a través de redes sociales. Durante el registro de su domicilio se incautaron varios dispositivos electrónico. El investigado también quedó en libertad provisional tras ser interrogado.
El 10 de marzo, la Benemérita detuvo en la cárcel de Daroca a un preso identificado como M. F. y afín al Dáesh al que se venía investigando por captar yihadistas entre internos de otras cárceles, sobre todo la de Murcia. Aquí coincidió con otros dos implicados en la red, que también fueron arrestados por adoctrinamiento.
Ese mismo año, el 8 de septiembre, la Policía Nacional detuvo en la cárcel de Daroca a R.
S., un recluso condenado por hurtos y robos que se había radicalizado en prisión y mostraba su intención de crear una célula yihadista para atentar cuando fuera excarcelado.
Dos años de prisión y tres de libertad vigilada fue la pena que la Audiencia Nacional impuso a Maroiane B., el yihadista de 26 años de origen marroquí pero afincado en el barrio de Las Delicias de Zaragoza al que la Guardia Civil detuvo el 29 de enero de 2019 por difundir propaganda de contenido violento relacionada con la actividad del Dáesh. El Servicio de Información, que desplegó una veintena de agentes para arrestarlo de madrugada, pudo confirmar después que Maroiane B. había usado su perfil en la red social Twitter para subir una fotografía del palacio de La Aljafería de Zaragoza con una imagen de la bandera del Dáesh delante. Como decía la Fiscalía en su escrito de acusación, dicha imagen se publicó el 20 de junio de 2014 provocando «una consecuente y natural inquietud en la capital aragonesa». considera «de justicia, de todos los hombres y mujeres de bien, recordar que el atentado criminal más sanguinario de nuestro país y de toda Europa se produjo en Madrid hace 20 años».
Emotivo recuerdo
En Teruel, la sociedad civil se unió en el acto de conmemoración que se realizó a las puertas del Ayuntamiento. Representantes de las administraciones públicas y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad con presencia en la provincia participaron en un minuto de silencio por las víctimas. Al finalizar, la alcaldesa de Teruel, Emma Buj, señaló que el ayuntamiento, «la casa común de los turolenses», es el lugar donde se celebran «grandes alegrías», pero también donde se realizan recuerdos emotivos cuando se producen fallecimientos.
En Huesca, representantes institucionales participaron en la convocatoria del Ayuntamiento para guardar a las 12.00 un minuto de silencio en memoria de las víctimas. Junto a ellos estuvieron vecinos que se quisieron sumar al acto. La alcaldesa, Lorena Orduna, manifestó que «es importante recordarlo para que no caiga en el olvido». Señaló que este fue uno de los atentados islamistas más graves cometidos en Europa y destacó el trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, entonces y ahora. Además de condenar los hechos, incidió en el respeto a los fallecidos, los heridos y sus familia.
Las concentraciones de recuerdo a las víctimas se repitieron en otras localidades aragonesas, que secundaron el llamamiento de la Federación Española de Municipios y Provincias por el vigésimo aniversario del 11-M.