Perder por 41 puntos (y otras palizas de aúpa)
No es cuestión de hacer sangre porque, tal y como dijo Porfirio Fisac al acabar el partido, hay que levantar la cabeza e ir por el siguiente reto. Este, además, es importante: los cuartos de final de la FIBA Europe Cup, mañana y en casa, contra el segundo clasificado de la liga alemana. No obstante, eso no resta para que olvidar la sensación de vergüenza e impotencia que sufrieron el domingo muchos aficionados del Casademont viendo el aciago partido contra el F. C. Barcelona.
Fue dolorosa y, a ratos, sonrojante, pero no constituyó la peor derrota en la historia del club. Los 41 puntos de diferencia que se llevó Casademont del Palau Blaugrana, 109-68 fue el resultado final, sacaron los colores de la afición rojilla pero –como quien no se consuela es porque no quiere– echando un ojo a la hemeroteca se comprueban que aún ha habido reveses más abultados en la historia reciente. La del domingo, con un Willy Hernangómez imperial y algunos jugadores zaragozanos a los que se podría acusar de incomparecencia, fue la quinta peor derrota en la ACB, de las que –curiosamente– tres han sido contra el Barcelona en el Palau.
Un -45 en casa
La más terrorífica y dolorosa de las últimas décadas, para más inri, no fue a domicilio sino que se vivió en el pabellón Príncipe Felipe. Algunos aficionados recordarán aquella infausta tarde del 26 de marzo de 2017, cuando el entonces Tecnyconta Zaragoza cayó derrotado por un contundente 57-102, esto es, 45 puntos de diferencia, contra el Gran Cana2018,
Casademont volvió de Barcelona con la quinta mayor derrota encajada en su historia reciente en la ACB. La más dura fue en 2017 cuando se perdió, en casa ante Gran Canaria, por 45 puntos (57-102) ria. En aquel partido, aunque los zaragozanos plantearon algo de batalla a los insulares en el primer cuarto, todo salió mal a partir del minuto diez. El Tecnyconta que entrenaba Luis Guil se enfrentaba a un equipo en racha, con nombres que suenan muy familiares: ahí estaban Pablo Aguilar o Bob McCalebb, entrenados por Luis Casimiro, que también pasó fugazmente por el banquillo zaragozano hace unos años. ¿Quién estaba en las filas del Tecnyconta? No había mal equipo, pues comenzaban a despuntar Robin Benzing, Stevan Jelovac, Isaac Fotu o Henk Norel, pero ninguno de ellos tuvo su tarde y ese -45, aunque han pasado siete años, sigue ardiendo en algunas conciencias.
La temporada siguiente llegaría otra derrota también por 45 puntos pero, al menos, lejos del Felipe. Esta vez sería en el pabellón Fuente de San Luis, contra el Valencia, por un 103 a 58. El partido se disputó el 13 de enero de 2018 y, de nuevo, tras un aceptable primer cuarto, el Tecnyconta se descosió incomprensiblemente y se vino completamente abajo. Los parciales hablan por sí solos: del 29-28 del primer cuarto se pasó a un 31-7 en el segundo y un 24-6 en el tercero. Ni Blums, ni Barreiro, ni Varnado (¿lo recuerdan?) estuvieron acertados y los zaragozanos solo pudieron agarrase a los 18 puntos de McCalebb, ya aterrizado en las filas rojillas. Por parte de los ‘ejecutores’, dolieron las canastas de los excaístas Van Rossom y Rudez, pero fueron San Emeterio, Pleiss y Doonerkamp los que más daño hicieron.
En semifinales
Después de estas dos derrotas por 45, toca mentar otras dos fatídicas, ambas en el Palau, contra el Barça y –curiosamente– en la misma temporada, la 2018-2019. La primera de ellas fue el 13 de octubre de
cuando el Barça fulminó a los zaragozanos (99-55) a fuerza de triples: los catalanes metieron 18 por 4 de de los rojillos. (Este domingo, el porcentaje de Casademont fue aún peor: 2 de 22 intentos, un paupérrimo 9%). La fiesta en el Palau comenzó con un parcial de 11-0 y el cierre del primer cuarto ya reflejaba un aplastante 25-9. McCalebb –de nuevo al rescate– y Berhanemeskel intentaron maquillar el resultado final, pero se acabó cayendo por 44 puntos de diferencia.
Pocos meses más tarde, el 9 de junio de 2019, el equipo también regresaría a Zaragoza con las orejas gachas al encajar un 101-59. Eso sí, el encuentro correspondía a la semifinal de la liga ACB, un sueño que parecía inalcanzable para los pupilos de Porfirio Fisac. Entonces brillaron Hanga, Heurtel, Pustovyi y, sobre todo, un Kuric en estado de gracia, que anotó 25 puntos en un visto y no visto. En frente el Barça se encontró con Okoye, Radovic o Justiz, que poco o nada pudieron hacer para frenar el vendaval blaugrana.
Aunque fuera de la ACB, en los 22 años de historia del club también se han sufrido dolorosas y abultadas derrotas en otras competiciones. En LEB, en octubre de 2002, el entonces CAI de Otis Hill perdió 116-72 frente a un Tenerife que nada tiene que ver con el actual: apenas 500 espectadores presenciaron aquel encuentro en el pabellón Santiago Martín. Por otro lado, hace ahora justo tres años y en la Champions League, con Sergio Hernández como entrenador, el Casademont se vio arrollado en su visita a la pista del Brose Bamberg alemán, en donde perdió por 41 puntos: 117-76.