EE. UU. eleva la presión sobre Israel para un alto el fuego «inmediato» en Gaza
El Gobierno hebreo reclama una lista de los rehenes que siguen en manos de Hamás para negociar una tregua
ESTAMBUL. La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, ha elevado en las últimas horas el tono de las críticas a Israel por no hacer lo suficiente para evitar «una catástrofe humanitaria» y llamó a un «alto el fuego inmediato» en Gaza. Las palabras de los dirigentes estadounidenses, sin embargo, distan mucho de sus hechos y el apoyo militar y diplomático al Estado judío en esta guerra es total como se comprueba con la llegada diaria de munición y los continuos vetos a cualquier resolución sobre una tregua en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Los estadounidenses no logran que su aliado israelí aligere el acceso de camiones con ayuda a la Franja de Gaza y en los últimos días han lanzado ayuda desde el aire. Tampoco han conseguido convencerle de tomar parte en las conversaciones de El Cairo, donde EE. UU., Egipto y Catar tratan de lograr una nueva tregua. Si la vicepresidenta Harris quiere de verdad un alto el fuego «no debería haber obstáculo alguno para una resolución del Consejo de Seguridad sobre este tema», sugirió en X el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.
«Dada la inmensa magnitud del sufrimiento en Gaza debe haber un alto el fuego inmediato (…). Durante al menos las próximas seis semanas, que es lo que actualmente está sobre la mesa. Hamás afirma que quiere un alto el fuego. Bueno, hay un trato sobre la mesa. Y como hemos dicho, Hamás debe aceptar ese acuerdo. Consigamos un alto el fuego. Reunamos a los rehenes con sus familias. Y proporcionemos ayuda inmediata al pueblo de Gaza», declaró Harris.
Una exigencia «imposible» y adelantaron que en su lista habrá al menos veinte condenados a cadena perpetua.
Exigencias
La milicia insistió una vez más en que no aceptarán ningún acuerdo que no contemple la retirada
la pasada semana al lanzamiento de alimentos desde el aire. Tan extrema es la situación que la cifra de niños que han muerto por deshidratación y desnutrición en el enclave, denunció Unicef, asciende a una quincena y se teme que el número de víctimas aumente en los próximos días.
Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmaron ayer la cifra de niños que han fallecido por la falta de comida y agua, y su portavoz, Christian de las tropas enemigas de la Franja y el final de la guerra. Pese a las enormes diferencias, fuentes egipcias dijeron que se están logrando «progresos», pero desde Hamás rebajaron el optimismo de los anfitriones.
La situación humanitaria es cada vez peor y Hamás e Israel no parecen tener prisa por llegar a un acuerdo. El hambre se ha convertido en un arma importante del arsenal hebreo. El ejército y los políticos del Estado judío, que no permiten el acceso a la Franja de Gaza de la prensa internacional, difunden cada día estadísticas sobre la entrada de camiones con comida y repiten que «no hay límites» para el envío de ayuda.