Ángel Samper pide unidad y paz social en las protestas y escuchará «a todos»
El titular de Agricultura vuelve a achacar a Bruselas el «galimatías» de normas que asfixian al sector Las comunidades del PP firman un texto con propuestas para «ayudar» al ministro a presionar a la UE
ZARAGOZA. Rodeado de todos los directores generales que forman el equipo del Departamento de Agricultura, Ganadería y Alimentación, el consejero Ángel Samper volvió ayer a insistir en que tanto él como su equipo trabajan desde el minuto uno «por y para el sector». Por eso, y ante el malestar que los agricultores y ganaderos están mostrando en las calles, Samper hizo hincapié en su intención de «escuchar a todo el mundo», desde las organizaciones agrarias a las cooperativas, los regantes, las industrias y «a cada una de las plataformas» que están protagonizando estas días protestas «espontáneas» desvinculadas de los sindicatos agrarios.
«Estamos con todos», señaló Samper, que se reunirá «en breve» (no concretó fecha) con los representantes de UAGA, Asaja, Araga y UPA, a los calificó reiteradamente como los «representantes legítimos», explicó que también lo hará con los representantes de los movimientos que lideran las distintas movilizaciones, si bien admitió que sería mucho más sencilla la interlocución si se organizasen, «como parece que así está sucediendo».
«Comprensión» con la multas A unos y otros, el consejero pidió «paz social» para que no se vuelvan a repetir los sucesos del pasado viernes ante las puertas del Palacio de la Aljafería, sede de las Cortes de Aragón. «No pasemos esa raya y que no vuelva a ocurrir lo del otro día porque la sociedad puede que no lo entienda», señaló Samper, que quiso dejar claro, en contra de lo que algunos agricultores han publicado en las redes sociales, que nadie le comunicó que los agricultores que rodearon la sede parlamentaria tenían intención de entregarle un manifiesto. «Este consejero tiene las puertas abiertas a todo el mundo pero dentro de la institucionalidad», insistió. Samper pidió además «comprensión y sensibilidad» para aquellas multas que obedezcan a situaciones «que no han causado perturbaciones», pero aclaró que él no puede mezclarse con la legalidad.
Recordó además que «cuando se sale a la calle tiene que ser con unidad de acción», porque si no es así, señaló, «no se llegará a la raíz del problema». Esa raíz se encuentra, en su opinión, en Bruselas, a quien volvió a responsabilizar del «galimatías» que suponen las políticas agrarias y que «hacen imposible la vida» al agricultor y ganadero, a los que piden «más con menos dinero». De momento, reconoció, hay que cumplirlas para evitar posibles sanciones, aunque el objetivo es conseguir «modificarlas».
Para lograr un cambio en las normativas europeas, el consejero aragonés, junto con sus homólogos en otras diez comunidades (todas ellas gobernadas por el PP tanto en solitario como con pactos de gobierno con Vox) han firmado un documento, abierto al resto de autonomías que todavía no han estampado su firma (País Vasco, Cataluña, Navarra, Canarias, Castilla-La Mancha y Asturias) para «ayudar» al Ministerio de Agricultura, cuyas medidas consideró «insuficientes», a abordar las posibles propuestas con las que presionar a la Comisión Europea y dar respuesta al clamor del campo.
No concretó, sin embargo, las posibles actuaciones que realizará su Departamento para «dar un respiro al sector», como le piden los manifestantes. Porque Samper aseguró que aunque todo su equipo está trabajando «incansablemente» desde que llegó a la consejería para hacer la vida más fácil al sector y auguró que «habrá cambios sustanciales en los próximos años», reiteró que «hay pocas cosas que pueda hacer la consejería fuera del Ministerio y de la Unión Europea».