«No vengo a sacar los colores a nadie, sino a decir lo que pienso con rigor»
JUSTICIA DE ARAGÓN
¿Qué pensó cuando le ofrecieron el puesto de Justicia de Aragón?
Pues sentí el honor más grande de mi vida. Me impactó. Me llegó al corazón.
¿Dudó en aceptar el cargo?
No. Mi reacción fue de tal intensidad que no tuve dudas. El tiempo mínimo para decir sí.
Tiene el apoyo de los principales partidos. ¿Eso facilita su labor?
Más que facilitar la labor, te da una legitimidad importante ante los ciudadanos. Fue mi única condición, que fuera propuesta con consenso amplio. Y así fue. Eso te da legitimidad, porque la mayoría de los aragoneses representados en las Cortes confían en tu nombramiento.
Es la primera mujer en el puesto.
En la sociedad, durante mucho tiempo, ha habido problemas para dar su sitio a la mujer. Pero es algo que ha cambiado muchísimo y de manera rápida. En el ámbito de las responsabilidades públicas, Aragón es puntero. Los aragoneses están manifestando su voluntad de hacer efectivo el derecho de igualdad en la mujer, en las responsabilidades públicas y en todo.
¿El Justicia debe ser el Pepito Grillo de las instituciones? ¿Aspira a eso?
No. Las cosas se pueden decir sin sacar los colores ni ser Pepito Grillo. Vengo a decir lo que pienso con rigor y lo que entienda que no funciona bien, así lo diré. Llevo 30 años diciéndole a las personas que han sido mis justiciables sí o no. Y se ha intentado hacer siempre con el mayor razonamiento, con la mayor explicación de por qué se toma una decisión. Pero no es necesario tener una actitud de sacar colores a nadie.
¿Las administraciones dan la espalda al ciudadano?
En ocasiones las administraciones no deciden conforme a lo que quiere el ciudadano, a veces con razón y otras sin ella. Cuando deciden sin razón, no sé si la frase es dar la espalda al ciudadano, pero no están atendiendo a una expectativa de derecho legítima.
Como juez tenía capacidad coercitiva y ahora no. ¿Eso limita la influencia de la institución?
Para nada. Esa peculiaridad hace grande a la institución. El Poder Judicial es el Poder Judicial y el Justicia de Aragón es otra cosa. Es un ámbito de autoridad moral que se consigue a través del esfuerzo, del buen hacer, de la entrega a los aragoneses y de responder al cariño inmenso que tiene la figura.
¿Cuál va a ser su sello?
Para mí es la defensa y la protección de los aragoneses, en especial de los vulnerables, de los que no creo que pueda hablarse como una lista cerrada.
¿A qué se refiere?
Manejamos conceptos o categorías de estas personas o de estos colectivos y a veces nos olvidamos de otros que están sufriendo situaciones que también se pueden calificar como tales. Se habla de la brecha digital, pero no solamente afecta a los mayores, sino también a personas de cualquier edad con menos posibilidades, con menos formación.
¿Qué es lo que más le preocupa?
Lo que más me preocupa es el tema de la sanidad y concretamente la salud mental. La salud mental hace a una persona muy vulnerable.
¿Los servicios de sanidad no están dando respuesta a los problemas de salud mental?
La respuesta no es suficiente. Hay que tomar medidas en muchos ámbitos. Los medios son escasos, mucha gente necesita acudir a la sanidad privada, que es carísima. Es aquí donde vamos a actuar, a ver cómo podemos mejorar esto y sobre todo crear una red de apoyo. Una persona en estas circunstancias necesita sentirse en primer lugar apoyada.
La sanidad es uno de los principales motivos de queja en los últimos informes del Justiciazgo. ¿Los problemas son crónicos o tienen cura?
Vienen de tiempo. ¿Cura? Cura puede haber, pero el camino va a ser largo. Lo que tenemos que hacer es ir tomando medidas que puedan solucionar y mitigar los problemas que existen.
Uno de los asuntos de actualidad es la inmigración, con el debate de los menores que llegan de Canarias. ¿Cómo se debería actuar?
Tenemos normativa absoluta