Vilas: «‘El Castillo’ es el libro que más me importa de todos cuantos he leído en esta vida»
LITA CABELLUT
Libro: ‘Follas novas’ de Rosalía de Castro. Ahora de viaje en Galicia, más que nunca siento a Rosalía de Castro. Mujer frágil, valiente, delicada, severa defendiendo la lírica en las cosas sencillas. Lo que damos por supuesto ella lo recoge y nos regala un ‘espectro’ verdadero de realismo cercano. Siempre vuelvo a este libro. Personaje: La madre del novio en ‘Bodas de Sangre’ de Federico García Lorca. Representa a todas las madres, donde solamente ellas pueden hacer del amor, con sus manos, palomas de paz. Autora: La artista Paula Rego. Es la mujer de hoy. Ella no tenía vendas en los ojos ni puntos en la boca. Fue una mujer que eligió contar su verdad, dura, oscura, con sentimientos arrastrándose por los suelos. Desnudándose sin sentimentalismos ni prejuicios. Una mujer que ha luchado claramente por la liberación de la opinión del público, viviendo las consecuencias de su época, siendo retirada de las galerías y del círculo artístico por contar su verdad.
MAGDALENA LASALA
Un libro: ‘Las puertas de la percepción – Cielo e infierno’ de Aldous Huxley (1894-1963). Reúne dos ensayos escritos entre 1954 y 1956, publicados en un libro que impresiona por la lucidez, la osadía y la vigencia de lo transmitido por Huxley a raíz de sus experiencias y sus descubrimientos sobre los estados alterados de la consciencia.
Un personaje: Cyrano de Bergerac. De la obra de teatro del mismo nombre, de Edmond Rostand, que vi representada siendo aún adolescente. El personaje está inspirado en el poeta y pensador Hercule-Savinien de Cyrano de Bergerac (1619-1655), de espíritu especialmente transgresor en su época.
Una autora: Idea Vilariño (1920-2009), poeta del grupo llamado Generación del 45, de crea
JESÚS MARCHAMALO
Qué difícil me resulta siempre elegir un solo libro, porque soy un lector de grandes pasiones. Recuerdo haber vivido el entusiasmo Sebald, el rapto Ibargüengoitia, el arrebato Walser, el frenesí McCullers, Ginzburg, el fervor Borges, no sé. Pero creo que sería justo que citara ‘Cien años de soledad’, y a García Márquez. No porque sea mi libro favorito sino porque su lectura, todavía adolescente, me hizo concebir la idea ridícula y pasmante para un chaval de barrio como yo, de hacerme escritor.
Respecto del personaje, no sé por qué se me viene a la cabeza aquel tipo grasiento y arrebatado, Ignatius Reilly, de ‘La conjura de los necios’, o el protagonista, que no recuerdo que tuviera nombre, aunque copiaba el del médico que le trataba, Sugrañes, de ‘El misterio de la cripta embrujada’, de Mendoza. Dos pájaros de cuidado, desde luego.
AGUSTÍN SÁNCHEZ VIDAL
En cuanto al libro, ‘La Odisea’. Es la piedra angular de la conciencia narrativa, que es tanto como decir de la conciencia humana. También es la base de la cultura mediterránea, de Occidente. Y ahí está todo: cíclopes y hechiceras, espectros y sirenas, Góngora y James Joyce.
Para el personaje, dudo entre Elisabeth Costello de J. M. Coetzee y Peregrina Leoni de Isak Dinesen. Las dos aparecen en distintos libros, desbordando los relatos a los que dan título o protagonizan. Tienen mucho mundo, pero no están resabiadas. Si hay que elegir, me decanto por Peregrina, apodada según los casos Lucífera o Doña Quijota de la Mancha. De la estirpe de Sherezade, Cervantes y Milton.
Entre los autores, Julio Verne. Rebasa la literatura para representar lo mejor de los libros: que te trasladen a otros mundos. Pocos escritores han reclutado tantos lectores. Entre ellos, servidor. Y como decía Juan Marsé, por mucho que uno mire hacia el futuro, se crece hacia el pasado, en busca de los primeros deslumbramientos.
JAVIER SIERRA
No es poco reto elegir, entre el enorme acervo de la literatura universal, un autor, un libro y un personaje. Pero si a eso le sumo el circunscribir mi elección a Aragón y al período de tiempo en el que lleva publicándose ‘Artes y letras’ en HERALDO, el reto se convierte en quimera. Con todo, quiero hacerlo. Creo que es necesario vindicar a nuestros contemporáneos y sus creaciones, como este suplemento lleva tanto tiempo haciendo con arrojo y dedicación.
Un autor. Estoy seguro de que el tiempo confirmará mis palabras, pero un autor imprescindible en la escena literaria aragonesa de estas últimas 800 semanas ha sido –y es– José Luis Corral. No solo ha publicado en ese arco de tiempo la mayoría de su producción literaria –17 novelas–, sino también otros tantos ensayos con nuestro pasado por bandera. Su entrega a la divulgación histórica, el rigor de sus planteamientos, levantados sobre su formación como catedrático de Historia Medieval, lo convierten en un referente de nuestras letras.
Un libro. Hay obras que nacen con vocación de clásicas. Y algunas de ellas, además, lo hacen con la fortuna de convertirse en superventas. La criba para que eso suceda es feroz, pero bien puedo defender que ‘El infinito en un junco’ de Irene Vallejo ha superado todos esos obstáculos. Y lo ha hecho con un relato que combina poética y ensayo como raras veces se lee. Para mí, es el libro aragonés de las últimas 800 semanas, punta de lanza de un período creativo excepcionalmente fecundo en nuestras letras, y que ha logrado hablar alto y claro de nuestra cultura más allá de los lectores en lengua española.
Un personaje. Peco de subjetivo, claro, ¿pero qué lector no lo es? De todos los personajes creados en las últimas 800 semanas en Aragón me quedo con el retrato que Magdalena Lasala hizo de Diego Marcilla, el «amante de Teruel» que reconstruye –a partir del mito, sin casi información, lo que tiene mucho mérito– para su novela ‘El beso que no te di’. Gracias a su lectura, creo que comprendo mejor al hombre más damnificado por el amor que en la literatura ha sido. Uno que, además, fue paisano mío.
MANUEL VILAS
El próximo 3 de junio se cumplirán los cien años de la muerte de Franz Kafka, a quien yo considero, junto a Cervantes, el mayor escritor que he leído en mi vida. La gran novela de Kafka es ‘El castillo’, novela que se publicó póstuma, gracias a que Max Brod, amigo íntimo de Kafka, salvó el manuscrito y decidió publicar el texto. ‘El Castillo’ es el libro que más me importa de todos cuantos he leído en esta vida. Yo me hice escritor por esa novela. Una novela que, además, está sin terminar. Kafka, en mi opinión, es el mayor escritor del universo. Este 2024 en el que estamos lo vio Kafka hace cien años.
No ha pasado nada en el mundo que no esté vaticinado en la literatura de Franz Kafka. Y si tengo que elegir un personaje de sus novelas elijo a Klamm, uno de los personajes del libro y de los más fascinantes de la historia de la literatura.
Cuidado con Kafka: si te pilla, te cambia la vida.