Un envejecido y agotado Ejército intenta frenar a Rusia
Kiev acelera la preparación de soldados que nunca han pisado el frente y con una alta media de edad, que alcanza los 43 años, diez más que la de marzo de 2022
Armamento americano y europeo? Lo más práctico en esta guerra es el soviético porque con el resto siempre tenemos problemas de suministro. Con armas soviéticas sabemos que si nos quedamos sin munición siempre nos queda la opción de usar la que capturemos al enemigo». Es la reflexión que hace el instructor militar principal de la Brigada 22 del Ejército de Ucrania sobre su arsenal.
La guerra cumple dos años y Kiev ha formado un Ejército a marchas forzadas que ha crecido al amparo de un apoyo occidental que empieza a menguar en el momento más delicado. La ofensiva ucraniana del verano fue un fracaso que costó miles de vidas y no sirvió para ganar terreno, y ahora los ucranianos están a la defensiva y aceleran la preparación de soldados para intentar frenar los avances rusos, que en una semana han logrado hacerse con Avdiivka y Poltava.
Los campos de entrenamiento están a pocos kilómetros de las posiciones rusas, van cambiando las localizaciones para evitar los ataques con drones y se llega a través de caminos rurales impracticables por un barro negro. En un bosque perdido en mitad de las interminables llanuras del Dombás los hombres de la Brigada
22 reciben el «curso de preparación avanzada» que les abre las puertas de la primera línea de combate. La media de edad es alta y la mayoría no ha usado nunca un lanzacohetes o ha tirado una granada. Al comienzo de la guerra los ucranianos se alistaban voluntarios para defender a su país, pero con el paso de los meses cada vez más gente hace todo lo posible por evitar empuñar el fusil y se esconde en sus casas o busca la forma de pagar sobornos.
Las autoridades planean un cambio de ley para movilizar a nuevos reclutas y se enfrentan a un problema de edad ya que la media de un soldado en el Ejército es de 43 años, según la información a la que tuvo acceso la revista ‘Time’. Un promedio diez años mayor al que había en marzo de 2022, un mes después de estallar el conflicto. Consultado al respecto, un colaborador del presidente Zelenski confesó que «son hombres adultos y algunos no muy sanos (…) Esto es Ucrania, no Escandinavia».
Los soldados prueban las armas, se meten por primera vez en una trinchera para aprender a moverse y lanzar granadas, practican operaciones de asalto y se forman sobre cómo evacuar a compañeros. La cifra de muertos y heridos es secreto de Estado, pero fuentes de Inteligencia occidentales la elevan a 500.000. «La situación empeora cada vez más, cada vez es más difícil y parece que no vamos a tener suficientes fuerzas para aguantar la siguiente etapa, pero lo conseguimos», explica el responsable de las evacuaciones, un paramédico que lleva un año en el Ejército.