‘Un hípster en la España vacía’, en la sección oficial del Festival de Cine de Málaga
‘Menudas piezas’, ‘Ullate. La danza de la vida’, ‘Los armarios no se vacían solos’ y Pilar Palomero completan fuera de concurso la presencia aragonesa en esta cita
ZARAGOZA. El Festival de Cine de Málaga, gran escaparate anual del cine español, reveló ayer su programación de 2024. La cita se desarrollará en la capital malagueña entre los días 1 y 10 de marzo. Entre los filmes que figuran en la sección oficial hay uno con el ADN totalmente aragonés: ‘Un hípster en la España vacía’, de Emilio Martínez Lázaro, rodado en Aragón (concretamente, en Teruel) y basado en el éxito de ventas del mismo nombre, escrito por el zaragozano Daniel Gascón, que vivió en localidades turolenses buena parte de su infancia.
La película tiene un reparto profundo, lleno de nombres relevantes como Paco León, Berta Vázquez, Lalo Tenorio, Macarena García o el 50% de Pantomima Full, Rober Bodegas. El humor destilado por la trama, ora socarrón ora absurdo, garantiza el éxito de público para un filme que además de llegar a las pantallas comerciales irá directo a la plataforma Amazon Prime Video. Son 19 las películas que concursan en la sección oficial: entre ellas está ‘La abadesa’, de Antonio Chavarrías, rodada parcialmente en el castillo de Loarre hace algo más de un año.
La película ‘Menudas piezas’, del aragonés Nacho G. Velilla, también figura en la sección oficial de la cita malacitana, aunque no competirá por las biznagas (el premio característico del certamen) al proyectarse fuera de concurso. Protagonizada por la zaragozana Alexandra Jiménez, quien acaba de estrenar la comedia romántica ‘Buscando a Coque’, también tiene en el reparto a Alain Hernández, Miguel Rellán o María Adánez.
En esta película, Jiménez da vida a Candela, una mujer que vuelva a casa tras su divorcio y se pone a trabajar en su antiguo instituto. El ajedrez es el hilo conductor de una trama que habla de caer y levantarse, de la superación y de trascender las expectativas. Otro filme fuera de concurso que también ha hallado acomodo en el festival es ‘Ullate. La danza de la vida’, de la aragonesa Elena Cid, que se proyecta el 3 de marzo en Málaga. Un trabajo artesano en el que Cid ha invertido los últimos años de su vida, superando todo tipo de vicisitudes para contar del modo más fidedigno la vida del maestro zaragozano de la danza Víctor Ullate.
Los cortometrajes
En la sección de cortometrajes fuera de concurso también se proyecta ‘Los armarios no se vacían solos’, de Paula Labordeta, escrito por su hermana Ángela y protagonizado por su otra hermana, Ana. Un esfuerzo en familia que se estrenó hace apenas unos días en el Colegio Mayor Cerbuna de Zaragoza. Y Aragón también está presente en el segmento de homenajes.
El premio Málaga Talent de este año recae en la realizadora y guionista zaragozana Pilar Palomero, que suma este nuevo reconocimiento a un palmarés cada vez más nutrido, a pesar de su juventud. La responsable de ‘Las niñas’ y ‘La maternal’ está en fase de posproducción de su nueva película, ‘Los destellos’, rodada en 2023.
Once películas españolas y ocho iberoamericanas competirán del 1 al 10 de marzo en el vigésimo séptimo Festival de Málaga, que será un año más, según su director, Juan Antonio Vigar, la «casa común» del cine.
El festival ya había avanzado que la película inaugural será ‘Dragonkeeper’ (‘Guardiana de dragones’), de Salvador Simó, que competirá en su sección oficial junto a las también anunciadas ‘El hombre bueno’, de David Trueba; ‘Los pequeños amores’, de Celia Rico, y ‘Segundo premio’, de Isaki Lacuesta y Pol Rodríguez, entre otras.
El 10 de marzo, en la clausura, actuará el músico español de origen armenio Ara Malikian. carreras, de su rivalidad con Maserati y de las relaciones con Laura, su esposa y socia, y Lina, la mujer a la que amaba. Mann articula una obra interesante en la que no obstante se echa en falta que entre su solidez narrativa y las destacadas actuaciones aparezca algo que de verdad apasione.
Adam Driver, hábil para transmitir desde lo parco, encarna a un personaje serio, con presencia, volcado en sus retos y que lleva por dentro las dificultades y el dolor por la muerte de su hijo, pérdida que abrió un socavón en su matrimonio. Aunque en el fondo supone una nueva vuelta a su perfil dramático característico, Penélope Cruz llena la imagen en el rol de mujer rota e igualmente llena de fortaleza. Su actitud posee dimensión y trasciende el simple despecho, hecho ratificado en