ALEXANDRA JIMÉNEZ LA ACTRIZ ZARAGOZANA PROTAGONIZA EL FILME ‘BUSCANDO A COQUE’ «Con la dificultad que tiene ser actriz, vivir de esto es un privilegio absoluto»
La actriz aragonesa (Zaragoza, 1980) protagoniza junto a Hugo Silva y Coque Malla la comedia romántica ‘Buscando a Coque’, que hoy se estrena en los cines.
En ‘Buscando a Coque’, una pareja, Teresa (usted) y César (Hugo Silva), intenta por todos los medios salvar su relación. ¿Cómo se aborda desde la comedia lo que en principio es un drama?
César y Teresa llevan casi 18 años juntos. Tienen una relación muy bonita, pero hay un acontecimiento que les coge por sorpresa. Y es que ella, una noche, se deja llevar y acaba acostándose con el ídolo de él, que es Coque Malla.
¡El auténtico!
La complicidad que tiene la pareja hace que Teresa no pueda evitar contárselo a Hugo. Esto desata una tormenta y entran en una especie de espiral de crisis donde, más allá del viaje que inician en busca de Coque Malla, lo que se expone son los miedos, las frustraciones, las inseguridades, las miserias, las neurosis… Es una película muy divertida, pero más allá de la diversión es verdad que muestra un momento de crisis fuerte entre dos personajes que podríamos ser perfectamente cualquiera de nosotros.
¿Había rodado anteriormente con Hugo Silva y Coque Malla? «una comedia romántica sobre una pareja en plena crisis existencial que viaja en busca del mito, pero que en realidad lo que está buscando es su propia identidad», explican sus directores. El cantante también ha compuesto un tema original para la banda sonora de la película, ‘Todo ocurrió de pie’, que además incluye varias de sus canciones más populares, como ‘Déjate llevar’ o ‘No puedo vivir sin ti’.
Bellón y Calvillo tienen un amplia trayectoria en el mundo del cortometraje, relacionado con historias inspiradas en artistas reales del mundo de la pantalla y de la música.
Así, han realizado títulos como ‘Una noche con Juan Diego Botto’ (2018), ‘No es fácil ser... Gorka Otxoa’ (2017) o ‘Cariño, me he follado a
Bunbury’ (2016). Este último título narra la historia de César un fan incondicional de Enrique Bunbury. El filme plantea la siguiente cuestión: ¿qué pasa cuando la persona que más admiras en todo el planeta se acuesta con la mujer que más quieres? A partir de ahí, el personaje se debatirá entre el dolor por la traición y la curiosidad por sentirse tan cerca de su ídolo. talento tan característico, de saber reconocerles enseguida, tienen mucha personalidad y artísticamente espero y deseo que tengan un hueco inamovible en la industria.
También ha protagonizado ‘Menudas piezas’, del zaragozano Nacho G. Velilla, que se estrenará el 12 de abril. ¿Qué sensaciones le produjo rodar este largometraje en su ciudad?
Para mí es una peli muy especial porque nunca había rodado en la capital aragonesa. Todas las localizaciones en las que estuve forman parte también de mi vida. Zaragoza tiene muchísima presencia, creo que está muy bien retratada por Nacho G. Velilla y, en parte, también hay un homenaje hacia la ciudad.
Con lo complicada que es su profesión, afortunadamente la vemos en muchos proyectos. ¿Se siente una privilegiada?
Completamente, llevo sintiéndome así muchos años porque entiendo la dificultad de este trabajo, ya no solamente de tener una oportunidad, sino de tener oportunidades a lo largo de los años. Que toda esa suerte se sostenga en el tiempo es algo que me hace estar agradecida todos los días. El hecho de poder vivir de esto es un privilegio absoluto.
¿Le queda tiempo para venir a Zaragoza, y a Tarazona, a ver a la familia y a los amigos?
Tengo poco tiempo, la verdad. Me gustaría poder ir más, pero en mi familia estamos todos desperdigados y es complicado. Ahora sé que para el estreno de ‘Menudas piezas’ iré a Zaragoza y voy a aprovechar para ver a amigos, familiares y disfrutar de la ciudad.
La base de su aprendizaje artístico viene de sus inicios como bailarina y discípula de María de Ávila. ¿Le han servido como actriz aquellas enseñanzas?
Mi formación como bailarina es parte de mi preparación como actriz al 100%. La capacidad de trabajo, la disciplina, la conciencia del espacio, la medida de tu propia fuerza, de la proyección, del control de la energía… hay tantas cosas que son aplicables al trabajo actoral que todo lo que viví me ha servido. Y eso lo aprendí de María de Ávila y de mi hermana, María Jiménez, que daba clases en el estudio desde muy joven y que también ha sido mi maestra.