Jornada histórica en Segunda, sin goles de los equipos visitantes
ZARAGOZA. Pleno histórico en la Segunda División española. Todos los equipos visitantes de la categoría de plata se quedaron sin marcar ni un solo gol en sus respectivos partidos de la jornada 26, incluidos el Real Zaragoza,
que perdió por 1-0 en su visita a Éibar, y la SD Huesca, que no pasó del empate (0-0) en el campo Pepico Amat de Elda.
Esto no ocurría desde la temporada 1933-34. Por aquel entonces, la Segunda la formaban solo diez equipos, dándose cinco triunfos locales con la portería a cero del lado visitante. Noventa años después, este récord ha vuelto a repetirse.
El Valladolid-Albacete que cerró la jornada este lunes confirmó este récord, pues los manchegos no fueron capaces de anotar en su visita al estadio José Zorrilla de la capital pucelana, manteniendo la tónica que se había dado durante el fin de semana.
El Albacete perdonó a un Real Valladolid inoperante, que no tiró a puerta hasta el minuto 91, con un cabezazo de Negredo, y que se centró más en el aspecto defensivo, lo que impidió a los manchegos ir más allá.
Con este marcador a cero del equipo visitante, es la primera vez en la historia que 11 partidos de una jornada se quedasen sin gol a domicilio, lo que invita a pensar sobre el juego que practican los integrantes de esta categoría.
Con tres empates a cero y 8 victorias de los locales, ha quedado una jornada insólita en la que todos aquellos conjuntos que han disputado el partido fuera de su estadio, se han quedado, no solo sin puntos, sino sin goles.
Varios enfrentamientos entre equipos de la parte alta de la tabla y un derbi asturiano, en el que fue milagroso que no hubieran más goles, no fueron suficientes para romper un dato que afecta de lleno al fútbol español.
La Segunda División tiene fama de una competición con pocos goles. De hecho, existen seis equipos, el propio Huesca, el Amorebieta, el Andorra, el Alcorcón, el Tenerife y el Elche, que promedian menos de un gol por partido. Y ningún equipo de la liga llega a los dos goles por encuentro, demostrando que las defensas se imponen a los ataques en el grueso de los partidos.