Juguetes, niños y futuro
A veces acaece un acontecimiento en tu vida que hace aflorar alegrías dormidas y, con él, puedes reiniciar la ilusión de volver a encontrar juguetes en un rinconcito de tu casa... Una determinada mañana, como la del 6 de enero, es un hecho que se debe a la magia que un ser diminuto ha llevado de nuevo a tu hogar. En mi caso, es una preciosa nietecita. Los juguetes y los niños son un binomio que transmite expectativas para el futuro. El juguete es el instrumento del juego y los niños adoran jugar. Alrededor de la acción de jugar hay otras acciones como la de coordinar mente y manos, pies..., la de gatear, caminar, compartir, aprender, y no olvidemos la de socializar. No se necesitan juguetes caros ni sofisticados, ellos tienen la capacidad de reinventar, con materiales insospechados, unos juguetes divertidos, didácticos y diferentes. En estas fechas, por antonomasia, de ‘pedir’ juguetes, hagámoslo con criterios coherentes con lo que observamos del uso que les dan, porque jugar no solo estimula la autonomía y la espontaneidad en los niños; el explorar mediante el juego aumenta en ellos la motivación hacia el descubrimiento y, por lo tanto, hacia el aprendizaje. Con la noche de Reyes podemos saber por primera vez que la vida se divide entre la realidad y la imaginación y habrá que elegir entre estas dos formas de estar en el mundo si uno quiere sobrevivir. He tenido que esperar a ser abuela, esa maternidad irresponsable, para descubrir en mi nieta la mirada mágica de mi hijo y la ilusión de cuando apenas estrenábamos la vida. María Luisa Alonso Alcalá ZARAGOZA