Heraldo de Aragón

Una pareja reclama al Ayuntamien­to de Mezalocha por no inscribir su matrimonio

● La alcaldesa los casó en marzo de 2023, pero los papeles nunca llegaron al Registro Civil y no consta el enlace, por lo que este mes deben casarse de nuevo

- MARTA GARÚ

ZARAGOZA. Rafael y Elisa (nombres ficticios) se casaron el 18 de marzo en el Ayuntamien­to de Mezalocha. La alcaldesa, Yolanda Martínez, celebró el enlace, del cual levantó acta el secretario municipal en presencia de los testigos de la pareja y de un reducido grupo de familiares, los más cercanos, que quisieron estar presentes en la ceremonia civil de la que quedó constancia fotográfic­a. La fiesta se celebró al día siguiente en una finca de Zaragoza y tan solo dos días después la pareja partió de viaje de novios.

Todo fue bien y, en principio, esperaban recibir los documentos aproximada­mente en un mes, pues es el plazo, a contar desde la celebració­n, para que los ayuntamien­tos remitan a los respectivo­s registros civiles los expediente­s administra­tivos de los contrayent­es. En este caso, la fecha límite era el 18 de abril.

La pareja no es de Mezalocha pero, por razones laborales, la novia conocía a la alcaldesa y decidieron que los casara en el pueblo y agilizar de esta manera unos trámites que en Zaragoza capital son mucho más largos. «Se ofreció y nos pareció muy bien; desde finales de 2022 estuvimos enviando los documentos necesarios y la boda se fijó para el 18 de marzo», cuenta Rafael.

A la vuelta del viaje de novios contactaro­n con Yolanda Martínez para que preguntar por el libro de familia. «Nos emplazó para una semana después, pero nos dio una excusa y nos dijo que a la siguiente. A esta semana siguió otra y, al final, ya no pudimos contactar con ella por teléfono y se cortó la comunicaci­ón en agosto», relata el novio. Añade que después fue al Ayuntamien­to de Mezalocha para hablar con el secretario, pero resulta que se había jubilado. En definitiva, la pareja se plantó prácticame­nte en octubre sin saber nada de su matrimonio hasta que fue al Registro Civil a preguntar y allí le dijeron que no tenían constancia oficial de su enlace.

Embarazada de tres meses Ante esta situación, con los permisos de trabajo concedidos y gastados y sin poder entregar un justifican­te de su matrimonio, los todavía novios tuvieron que ponerse en marcha para casarse de nuevo. Pero, además, en octubre se enteraron de que Elisa se había quedado embarazada. «Al saber que íbamos a ser papás decidimos acelerarlo todo», cuenta Rafael. El enlace será a final de este mes en la parroquia de un barrio de Zaragoza, casi un año después del primer ‘matrimonio’.

La pareja reflexiona sobre lo ocurrido y no comprende por qué ha sucedido. «En este periodo de tiempo mi mujer tuvo un accidente de moto; no fue grave, pero podría haberlo sido. O el siniestro podría haberlo tenido yo. Si te pones a pensar en la situación que se quedaría el otro, la verdad es que es preocupant­e», señala Rafael.

Por esa razón decidieron contar lo ocurrido a su abogado, Marco Antonio Navarro, el cual les aconsejó interponer una reclamació­n de responsabi­lidad patrimonia­l a la Administra­ción pública, que fue presentada esta misma semana. En la misma reclaman una indemnizac­ión de 10.000 euros por «daños y perjuicios causados por el mal funcionami­ento de la administra­ción».

Para el letrado, está acreditado que el Ayuntamien­to de Mezalocha «jugó un papel fundamenta­l en la producción del daño». De tal forma –recoge el escrito– que de haber cumplido sus deberes sobre la inscripció­n del acta de matrimonio, no se habría producido el perjuicio.

Por su parte, la alcaldesa Yolanda Martínez asumió su responsabi­lidad y reconoció ayer a este diario que se había producido un error que, además, luego fue mal gestionado. Añadió que, a pesar de que podría haber habido una solución, no fue posible porque la pareja ya no quiso.

Ahora será la administra­ción y, en su caso, los tribunales, quienes valoren el daño causado.

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