Cómo vencer el miedo a la soledad
Pero la buena noticia buena es que de todo esto se puede salir. Cuando descubres que eres dependiente (y eso duele y cuesta mucho reconocerlo), entonces te invade un deseo de lograr tu libertad e independencia.
Y si has descubierto que tienes ese miedo o herida de abandono, te propongo reflexionar sobre ello para entenderte mejor:
Pregúntate: ¿qué hay de bueno en estar solo? Tal vez podrías apreciar esos momentos de tranquilidad como reflexionar, entender mejor qué te ocurre, qué necesitas, escuchar tus necesidades o simplemente desconectar realizando algo que te guste (un hobby, un paseo).
También puedes darte cuenta de que tal vez necesites aprender a ser independiente (en caso de depender emocionalmente de tu pareja, padres, amigos, compañeros). Prueba a salir solo a tomar un café o a ir un sitio donde sueles ir con gente para salir de tu zona de confort.
Si descubres que estás enganchado a redes sociales o Internet para sentirte acompañado, realiza un día de desintoxicación de tu móvil. Cuesta hacerlo, pero descubrirás al final del día cosas que hasta ahora no apreciabas.
El miedo a estar solos muchas veces esconde tu necesidad de aceptación, valoración… es decir, una baja autoestima. Así que un trabajo importante que necesitarás realizar es fortalecer tu autoconfianza y autoestima.
En cualquier caso, no olvides que los humanos somos seres sociales y necesitamos la compañía de otros. A veces la sensación de soledad es real, como ocurre con nuestros mayores que no reciben visitas de sus hijos o familiares. Por eso, buscar vías de conectar con personas con las que compartas algún interés es vital para tu bienestar emocional.