Ana Belén González Pinos
Es consultora y formadora gastronómica, experta en Quesos Artesanos y Vinos de Jerez, sus dos grandes pasiones, aunque no deja atrás el resto de productos gastronómicos. En la actualidad es Brand Ambassador de Montaraz Ibéricos
En el año 1993, durante su estancia en Edimburgo, descubrió el mundo del queso. Así comenzó a estudiar e interesarse por él y continúa haciéndolo 29 años después. A su regreso a España comienza a trabajar en el mundo del turismo tras ser guía en las Tierras Altas. Hotel, agencia de viajes, tour operador, receptivo y compañía aérea son algunas de las distintas categorías por donde ha pasado. Siempre con la idea de tener una mirada global desde distintos puntos de vista. Entre el año 2000 a 2006 reside y trabaja en el Puerto de Santa María donde se enamora de los Vinos de Jerez y completa su formación en el Aula Domecq, en las bodegas del mismo nombre, en el curso impartido por Beltrán Domecq y Rafael Ruiz Isla. Durante estos años, trabajó directamente con las bodegas más importantes del Marco de Jerez.
Une pasiones (turismo, gastronomía) y comienza a difundirlos. Más de diez años organizando eventos en toda España, con la gastronomía como protagonista principal en muchos de ellos. Ha colaborado con las principales marcas, empresas, restaurantes y caterings más importantes del país. Su biografía impresiona a cualquiera, pero probar un bocado de Montaraz cortado por ella… eso es de otro planeta.
Llegar a Suecia, Japón, Emiratos Árabes, Isla Reunión y Estados Unidos con un mismo producto no es sencillo. El paladar en unos y otros países no es igual… pero si hablamos de piezas artesanales, tratadas con mimo, hechas de forma natural con métodos ancestrales y materias primas excepcionales, el buen gusto impera y conquista a cualquiera. Este es el motivo por el que Montaraz triunfa alrededor del mundo.
De la internacionalización de la firma se han encargado Ramón y Jaime Martín Sánchez, 4ª generación de la familia, ahora los CEO del negocio. Pero fue su padre Ramón, conocido como ‘Monchi’ en toda Extremadura -hoy presidente, siempre vigilando para que todo siga la línea de calidad y seriedad que implantó-, quien asentó los valores que hoy aplican sus hijos, el legado en el que pronto participarán sus nietos, 5ª generación.
Cada producto Montaraz sale de los mejores ejemplares de cerdo ibérico procedentes de la dehesa extremeña. De ellos, la mitad de los jamones y paletas se curan en Salamanca y la otra mitad en Olivenza. De ahí que existan dos ‘tipos’ de Montaraz, divididos a su vez en dos categorías -bellota y cebo de campounificadas gracias al nuevo branding.
Así, en Salamanca se crean Montaraz Único (ibérico de bellota, cuya imagen está representada en color rojo) y Montaraz Salamanca (cebo de campo ibérico, que reconoceremos por el intenso tono azul del packaging). Con la misma técnica y materias primas pero curados en Extremadura, con temperaturas más altas, se obtiene un producto final más intenso y también con dos sellos: Montaraz Don Ramón (ibérico de bellota, cuya imagen identificaremos por su color dorado) y Montaraz Olivenza-extremadura (cebo de campo ibérico, representado en verde).