Socios y oposición, contra Sánchez y su plan de regeneración
REACCIONES/ El PP lo denomina “plan de censura”, el PNV pide una mayor concreción y Podemos lo califica de “puro humo”.
El Plan de Acción por la Democracia aprobado el martes por el Consejo de Ministros, que recoge acciones como la regulación de la financiación y la medición de audiencias de los medios de comunicación, o la modificación de la ley electoral y de los delitos que limitan la libertad de expresión contra instituciones y creencias religiosas, entre otras medidas, ha sido recibido con un fuerte cuestionamiento. Y no solo de la oposición, sino también de algunos de los partidos de cuyo apoyo han dependido las iniciativas que el Gobierno de Pedro Sánchez ha conseguido sacar adelante tanto en esta legislatura como en la anterior.
El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, inició la ofensiva a primera hora de la mañana, en la sesión de control al Congreso, durante su intercambio verbal con el presidente del Gobierno. Frente a la intención del Ejecutivo de que este plan suponga una “limpieza de la democracia”, otorgue “mayor transparencia” y garantice que los medios de comunicación ofrezcan una “información veraz”, todo ello en palabras del ministro Félix Bolaños, Feijóo aseguró que conseguirá todo lo contrario: se trata de un “plan de censura” que iniciará una “persecución” de los medios de comunicación. “No se veía una cosa así desde Franco”, le afeó a Sánchez, una referencia que deja a las claras la voluntad de Feijóo de endurecer la oposición al Gobierno.
Mientras tanto, la portavoz del Partido Popular en el Parlamento Europeo y vicepresidenta del Grupo Popular, Dolors Montserrat, anunció que denunciaría ante la Unión Europea dicho plan, puesto que, si bien algunos de sus preceptos tienen como base una directiva europea, los populares consideran que va “en sentido contrario” de la misma: “Lo que quiere hacer Sánchez es señalar y perseguir a los periodistas”.
Eso sí, el comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, que visitó ayer España, valoró que el plan “va en la dirección correcta”, aunque también opinó que es “demasiado pronto” para dar una valoración definitiva, a la espera del texto final del mismo.
Por su parte, las críticas de los socios de legislatura son más problemáticas en un momento de extrema debilidad parlamentaria para el Gobierno de coalición, que ha sufrido varia derrotas inesperadas en el Congreso en los últimos tiempos. El portavoz del PNV, Aitor Esteban, reclamó la mayor definición posible en el plan del Gobierno, ya que se tratarse de un tema “delicado” al verse afectados “derechos y libertades”, por lo que “hay que afinar bien y ser muy concreto y no pasar determinadas rayas”. Todo ello pese a que el plan recoge un guiño muy evidente al PNV: da pie a atender la reclamación de años de los jeltzales de reformar la Ley de Secretos Oficiales, que data de 1968. Esteban expresó que, en cualquier caso, sigue habiendo “voluntad” de apoyar al Gobierno.
Finalmente, la líder de Podemos, Ione Belarra, calificó el plan de “puro humo” y argumentó que “no afronta ninguno de los graves problemas que tiene nuestra democracia”. Es cierto que Podemos cuenta con un peso parlamentario reducido, pero la actual composición del hemiciclo y las constantes sorpresas que Junts le da al Gobierno hacen que cada voto cuente.
Los populares lo denunciarán en Bruselas por “señalar y perseguir a los periodistas”