Los inversores extranjeros evitan China por su debilidad
FALTA DE CONFIANZA/ El sentimiento hacia la economía china se ha vuelto cada vez más pesimista.“La realidad es peor de lo que pensábamos”, según analistas de Barclays.
En general, los inversores coinciden en que los negros nubarrones que se ciernen sobre la economía estadounidense y el aparente enfriamiento de la fiebre por comprar valores tecnológicos de última generación son, por un lado, dolorosos, pero por otro, suponen una gran noticia para algunas empresas que antes pasaban desapercibidas y para los mercados de fuera de EEUU. El cambio ha animado a los inversores a volver a fijarse en Europa, Reino Unido, Japón y otros mercados. Pero un mercado que, de hecho, no está en la lista de la compra mundial, ni de lejos, es China.
No cabe duda de que las acciones estadounidenses han perdido fuelle. Pero en lo que va de año, el índice de referencia S&P 500 sigue subiendo un 18%. China, por su parte, se encuentra en un profundo agujero. El índice CSI 300 ha caído cerca de un 7% este año. Pero el sufrimiento no se limita a los mercados chinos. Si echamos un vistazo a todos los valores europeos tratados como representación de la economía china, sobre todo en el sector del lujo, la situación es bastante sombría.
Analistas de Barclays visitaron tiendas y centros comerciales de lujo en China para comprobar por sí mismos lo que estaba ocurriendo (la definición de una tarea difícil). El viaje no reforzó precisamente su confianza. “La realidad es peor de lo que pensábamos”, concluyeron en una nota enviada a sus clientes la semana pasada. “Nuestra prudencia con respecto al sector no ha dejado de crecer, ya que China parece ahora más débil durante más tiempo por cuestiones estructurales...El pastel del lujo apenas crece”.
En consecuencia, el banco rebajó la calificación de varias empresas europeas del sector del lujo, una de las apuestas favoritas de los inversores en China fuera del mercado nacional. Entre ellas se encuentra Kering, propietaria de Gucci, que ya ha caído un 40% este año. Barclays calcula que el precio de la acción podría caer más de otro 10%, a 210 euros. Burberry, que ha sufrido un descenso aún mayor este año (el valor ha bajado un 58%), también podría sufrir otra caída del 8% hasta las 5,40 libras, advirtió el banco.
“Tras un primer semestre ya de por sí difícil en China continental, los resultados de nuestro viaje sugieren tendencias similares o de deterioro en julio y agosto, ya que la mayoría de las marcas registraron caídas de entre el 10% y el 50%”, escribió la entidad.
Impacto en los hogares
A principios de año, la opinión generalizada era que el problema de China era la vivienda. Una burbuja inmobiliaria estalló, dejando tras de sí un enorme exceso de capacidad, a muchas promotoras inmobiliarias sobreendeudadas, y haciendo mella en la riqueza de los hogares en el proceso. La situación era desalentadora para los afectados, pero los inversores creían que pasaría en cuanto el Estado consiguiera devolver la confianza al sector. Sin embargo, esta confianza ha resultado esquiva.
Los problemas van más lejos. Los datos oficiales muestran que la inflación anual se sitúa muy por debajo del 1%, y unos hogares nerviosos acumulan efectivo. Los economistas piden a las autoridades chinas que pongan en marcha un paquete de estímulo para intentar cambiar la situación.
No sería prudente esperar que esto ocurra pronto. El sentimiento entre los inversores chinos es “extremadamente pesimista”, escribió la semana pasada la firma de análisis TS Lombard. Pero la “tolerancia al dolor” del presidente chino, Xi Jinping, es alta, según el analista Rory Green, lo que sugiere que la ayuda estatal puede no llegar al menos hasta principios del año que viene.
Un aspecto a favor de las acciones chinas es que están baratas, cotizando a un precio/beneficio medio de unas once veces. Pero como dijo Peter van der Welle, estratega de multiactivos de Robeco en una presentación la semana pasada, no están lo suficientemente baratas. En su opinión, la recuperación del mercado inmobiliario, que supone una enorme aportación a la economía en general, parece seguir los patrones previos de EEUU o España. “Esto implica que aún tardaremos un par de años en tocar fondo”, afirmó. “Podríamos estar cerca de un suelo de la renta variable china, porque los mercados lo anticiparán. Pero aún no hemos llegado a ese punto”. Mientras tanto, los inversores suelen alegrarse de evitar el mercado por completo. “El argumento de inversión para comprar acciones chinas está totalmente muerto”, afirma Vincent Mortier, director de inversiones de Amundi, la mayor gestora de activos de Europa: “Nadie está interesado en comprar activos chinos. Nunca había visto un rechazo tan grande entre todos nuestros clientes”, explica.
Aranceles de EEUU
El entorno económico ya es sombrío, afirma; los consumidores son reacios a gastar, y es probable que los aranceles comerciales de EEUU aumenten aún más, independientemente de quién gane las elecciones presidenciales de noviembre. Si Donald Trump logra ascender de nuevo a la Casa Blanca, esos aranceles podrían ser brutales.
Mortier explica que muchos inversores intentan aprovechar la posibilidad de que se produzca una recuperación china mediante una combinación de valores indios y japoneses, una táctica de “atajo” de la que no es partidario. Hace uno o dos años, él mismo era partidario de comprar valores europeos del sector del automóvil y del lujo, entre otros, como forma de apostar por China sin los riesgos regulatorios internos. Pero incluso en este caso, ahora se muestra más cauto. A largo plazo, afirma, China se recuperará en algún momento. Tiene mucho sentido tener al menos una pequeña asignación a China en una cartera más amplia para que los inversores puedan subirse a esa ola desde el principio. “Nunca hay que subestimar su importancia para la economía mundial”, afirma. “Es una buena estrategia a largo plazo. Pero hoy es imposible convencer a nuestros clientes”.
El índice CSI 300 ha caído cerca de un 7% este año, frente a la subida del 18% del S&P 500
Los economistas piden a las autoridades chinas paquetes de estímulo
Las principales cifras
El mercado transaccional registró hasta agosto un total de 1.763 fusiones y adquisiciones en América Latina. El dinero movilizado en esas operaciones alcanzó los 41.509 millones de euros, un 16% menos que en 2023.