La cartera constructora en EEUU crece
Las constructoras españolas han encontrado en EEUU y Canadá su principal aliado para alimentar las unidades de infraestructuras y dar valor a sus divisiones de concesiones, la parte más valiosa de sus balances. Destacan los pasos dados en EEUU por Acciona y Sacyr, empresas que tradicionalmente han ido a rebufo de su rivales ACS y Ferrovial. En los últimos cinco años han obtenido frutos muy valiosos. Acciona ha armado una fuerte división de concesiones en torno a sus activos en EEUU. En tres años, el grupo de la familia Entrecanales ha sumado las concesiones del canal del río Fargo, la autopista I-10 de Luisiana y, especialmente, ha entrado como socio en el proyecto SR 400 de Atlanta (Georgia), una nueva autopista managed lanes que construirá y operará junto a ACS y el fondo francés Meridiam. Acciona también ha cerrado recientemente el acuerdo para financiar de la autopista I-10 de Luisina, cuya obra estrella es el reemplazo del Puente Calcasieu. Lo hará de la mano de Sacyr que, de esta manera, incorpora a su cartera de concesiones un gran activo de carreteras en la primera economía del mundo. Sacyr trabaja para dar entrada a un inversor financiero en una nueva plataforma de concesiones en operación. La expectativa de que la I-10 pueda formar parte en un futuro del proyecto Voreantis, impulsa el valor del grupo español. ACS conserva su posición como el mayor contratista de EEUU, un lugar que consolida con proyectos como la SR 400 o su participación en el Gateway Program de Nueva York, uno de los mayores planes de modernización ferroviaria para mejorar los accesos de la zona a través del río Hudson. Estas conquistas se suman a las ya logradas en el pasado y que han convertido a empresas como Ferrovial en el mayor promotor de autopistas de peaje del país, con un lugar destacado en el Nasdaq de Wall Street. Las oportunidades convierten a EEUU en el gran polo de atracción de la industria española de la construcción.
Los supermercados suben sueldos
Las tablas salariales y su actualización anual han marcado la negociación entre las cadenas de supermercados y los sindicatos durante los últimos ejercicios. El último convenio en ser firmado este verano, el de Supercor, es uno más de la media docena de estos acuerdos a los que se ha dado luz verde recientemente, con subidas de sueldo incluidas. Mientras que la cadena de supermercados de El Corte Inglés prevé elevar los salarios un 10% hasta 2026, Mercadona
vinculará estos incrementos al IPC hasta un 2,5% (y hasta el 6% según sus objetivos), Lidl los incrementará hasta un 16,5% en cuatro años, y los supermercados de Carrefour los subirán tanto como marca el convenio de los grandes almacenes, un 9,5% acumulado en tres años. Para los representantes de los trabajadores no hay discusión: la inflación acumulada tras la pandemia y la subida del SMI obliga a poner en marcha incrementos salariales, una petición que seguirán poniendo sobre la mesa de las compañías en el medio y corto plazo. De hecho, los sindicatos ya cuentan con que será una de las reclamaciones principales que harán a Dia en la negociación de su nuevo convenio –el presente caduca en diciembre de este año–, después de que la cadena de supermercados haya arrojado beneficio en España en 2023 por primera vez en los últimos años. Una vez resuelto el tema salarial, y a la espera del decreto del Gobierno, la discusión por la reducción de la jornada laboral copará las mesas negociadoras.
La logística farmacéutica crece
La distribución farmacéutica, que conecta a los laboratorios que producen los medicamentos con las oficinas de farmacia, goza de buena salud. Este sector sigue experimentando crecimientos año tras año gracias al aumento de las ventas de medicamentos y también por la creciente demanda de productos de cuidado personal y parafarmacia por parte de los ciudadanos (desde protectores solares y cremas a vitaminas y suplementos dietéticos). La logística farmacéutica mueve ya más de 13.000 millones de euros anuales, gestionando cerca de 280.000 pedidos cada día (con una media diaria de 2,5 entregas) y realizando alrededor de 300.000 kilómetros diarios, además de generar 21.300 puestos de trabajo. Seis operadores dominan el mercado, acaparando juntos casi el 87% de la cuota. Cofares es la líder. La cooperativa madrileña, con más de 12.150 socios, creció el año pasado un 3,4% y su facturación supera ya los 4.060 millones. Su cuota de mercado del 29,85% supera en más de siete puntos a la de Bidafarma, su inmediato competidor, que tuvo unos ingresos de 2.810 millones en 2023, un 3,6% más. La cooperativa murciana Hefame fue una de las que experimentó un mayor crecimiento el año pasado, un 6,6% y sus datos le llevan a ser la tercera del sector por cifra de negocio, seguida de cerca por Unnefar y de Alliance Healthcare. La catalana Fedefarma completa la lista de las grandes de la logística farmacéutica, registrando una de las mayores subidas (+17%).