Dilema estratégico de Alphabet
Alphabet quiere gastar en inversión de capital (13.000 millones de dólares, 12.000 millones de euros, en el trimestre que acaba de terminar). Alphabet quiere gastar en dividendos (2.500 millones de dólares). Alphabet quiere gastar en recompras de acciones (16.000 millones de dólares).
Pero, ¿qué hay de las fusiones y adquisiciones? La empresa matriz de Google anunció el martes unos resultados prósperos en el segundo trimestre. Los ingresos generales aumentaron un 14%. Los ingresos por los anuncios en las búsquedas no se han visto afectados aún por la inteligencia artificial (IA).
Sin embargo, el negocio de la nube se benefició de los clientes que quieren desarrollar sus capacidades de IA, registrando un incremento de los ingresos del 29%. Los recortes de costes y los despidos ayudaron a mantener los márgenes operativos por encima del 30%. Y las acciones de Google se han beneficiado de la rotación general hacia los grandes valores tecnológicos, registrando una subida de casi un 33% en lo que va de 2024. Su capitalización de mercado es de 2,3 billones de dólares.
Pero en cuanto a lo que viene después, merece la pena considerar la negociación de acuerdos (o la falta de ella) del grupo. En estos momentos, Alphabet parece falto de ingenio a la hora de cerrar operaciones. A última hora del lunes, Wiz, la start up de seguridad en la nube, anunció que abandonaba las conversaciones con Alphabet después de que hace unos días los rumores hablasen de un precio de compra de 23.000 millones de dólares, mucho más de lo que la empresa ha gastado nunca en adquirir a otra. Wiz explicó que se centraría en alcanzar su objetivo a corto plazo de ingresos recurrentes anuales de 1.000 millones de dólares mientras persigue una oferta pública de venta.
informó de que a algunos miembros del consejo de administración de Alphabet les preocupaba provocar a la Administración de Joe Biden, que ha hecho imposible para las grandes tecnológicas cerrar operaciones de M&A por cuestiones antimonopolio. Microsoft tuvo que acudir a los tribunales para derrotar al Departamento de Justicia por su acuerdo de 75.000 millones de dólares por Activision. Adobe terminó abandonando una operación de 20.000 millones de dólares por su rival Figma.
Otra posible operación de Alphabet por la empresa de software cotizada HubSpot, con una capitalización de mercado actual de 25.000 millones de dólares, también habría sido aparcada.
Google ya se encuentra en un tribunal federal estadounidense sujeto a un juicio histórico por aprovechar indebidamente su fortaleza en las búsquedas en Internet para bloquear a la competencia. Y a pesar de los 10.000 millones de dólares de ingresos trimestrales de la nube, la publicidad sigue siendo con diferencia el negocio dominante de Alphabet. A largo plazo, este negocio podría volverse vulnerable a la IA, a la regulación gubernamental o a acciones coercitivas. Es comprensible que Alphabet quiera encontrar otras áreas de crecimiento para diversificarse. Y el entorno regulatorio es, en el mejor de los casos, impredecible.
Pero la división en el consejo de administración, en una empresa por lo demás exitosa y bien gestionada, sobre la agresividad a la hora de buscar nuevas oportunidades no hace sino subrayar el dilema.