LVMH detona una ola de ventas en los valores de lujo
MENOR GASTO/ Los beneficios por debajo de lo esperado del líder elevan la preocupación en el mercado por la demanda de China y las perspectivas del sector.
LVMH provocó ayer ventas intensas en los valores de la industria del lujo, después de que el líder del sector informara de unas ventas por debajo de lo esperado, debido a que los compradores redujeron sus gastos en champán y bolsos.
Las acciones del mayor grupo de lujo del mundo cayeron más de un 4,66%, hasta 650 euros por acción, situando su valor de mercado en 329.793 millones de euros y acumulando con ello un descenso del 10,11% en el año.
Otros valores del sector del lujo también bajaron ante la preocupación de los inversores por la demanda de los consumidores chinos y las perspectivas de un sector que se está ralentizando tras varios años de crecimiento récord.
Hermès y Brunello Cucinelli cayeron un 2,07, y 1,89%, respectivamente, mientras que Kering, propietario de Gucci, bajó un 4,54%. Richemont, propietario del joyero Cartier, se dejó un 1,73%, y Prada un 4,81%.
Los ingresos de LVMH, la mayor empresa de lujo del mundo y propietaria de Louis Vuitton, Dior y Tiffany, crecieron un 1% en términos orgánicos, hasta los 20.980 millones de euros, en el segundo trimestre, a un ritmo más lento que en el primer trimestre y por debajo de las expectativas de consenso, que esperaba un aumento del 3%.
Las ventas en Asia excluido Japón, que están dominadas por China, cayeron un 14% en el segundo trimestre, agravando la preocupación por la demanda de lujo en la segunda mayor economía del mundo, aunque los compradores chinos ricos siguen viajando al extranjero para comprar, en particular a Japón. “En la segunda mitad del año nos enfrentamos a una situación más favorable, que esperamos se traduzca en un mayor crecimiento”, afirma el director financiero JeanJacques Guiony, que señala que el crecimiento del gasto de los clientes chinos que compran en todo el mundo, aunque fue ligeramente más lento que en el primer trimestre, “todavía se mantiene bastante bien”.
“En este contexto, seguimos vigilantes, pero también nos sentimos reconfortados por la fortaleza de nuestras marcas, nuestro modelo de negocio, nuestro equilibrio regional y nuestra solidez financiera”, señala. LVMH se considera un barómetro del sector debido a su tamaño y al hecho de que sus más de 75 empresas abarcan segmentos del lujo que van desde los relojes y los bolsos hasta los viajes.
A medida que el sector se ha ido ralentizado en el último año, LVMH se ha mantenido en una posición intermedia, mientras empresas en dificultades como Kering y Burberry quedaban rezagadas y marcas de gama alta, como Hermès y Brunello Cucinelli, se adelantaban, beneficiándose de sus bases de clientes más adinerados.
“LVMH se ha ralentizado debido a la moderación de la demanda de lujo”, explica Luca Solca de Bernstein, que señala que las principales razones de la caída de los beneficios de explotación fueron los factores relativos al cambio de divisas y la inversión en el segmento minorista.
“No debería ser un problema insalvable, dada la magnitud mínima de la pérdida y el significativo retroceso que ha sufrido la cotización de LVMH” desde principios de año, añade.
Las ventas de la división de moda y artículos de piel de la compañía francesa, la mayor por ingresos y beneficios y foco de atención, se ralentizaron al 1% en términos orgánicos en el segundo trimestre, mientras que los beneficios de explotación cayeron un 6%.
Los beneficios de explotación, de 10.700 millones de euros del grupo en el primer semestre, también se situaron por debajo de las expectativas recopiladas por los analistas de Stifel, con especial presión en sus divisiones de vinos y licores, así como en los relojes y la joyería.
“No se ha producido ningún milagro en el sector del lujo y es probable que siga siendo impopular a corto plazo”, afirma Thomas Chauvet, de Citi.
Las ventas de champán cayeron, pero se mantuvieron por encima de los niveles de 2019, según la compañía, mientras que las débiles ventas de coñac en el mercado chino se vieron compensadas en parte por el crecimiento que volvió a registrarse en EEUU.
La venta minorista selectiva, que incluye el negocio minorista de viajes de LVMH y la cadena de belleza Sephora, destacó con un crecimiento del 5% en el segundo trimestre, aunque esa cifra fue inferior a lo que los analistas habían pronosticado.