La necesaria formación para cubrir las vacantes
Es un contrasentido que en un país como España, con la mayor tasa de paro de la Unión Europea, haya alrededor de 150.000 empleos que no se cubren y que suponen un coste para la economía española de 8.150 millones de euros. Un informe de la Fundación BBVA y el Ivie recoge este inmenso número de vacantes, que se ha incrementado un 40% desde antes de la pandemia y que se ha duplicado desde 2013. Las expectativas son también negativas, porque apuntan a que los puestos sin cubrir irán creciendo a medida que se jubile la generación del baby boom, a no ser que se tomen medidas eficaces para impedirlo. La primera debiera centrarse en establecer fórmulas activas que acerquen esa oferta laboral a la demanda. No parece realista pensar que con el ingente número de personas en el paro y con la gran cantidad de jóvenes preparados que están emigrando hacia otros países en busca de un futuro laboral no se pueda cubrir al menos un buen porcentaje de esa oferta. Si como indica el propio informe hay un desacople formativo entre lo que se oferta y lo que se demanda habrá que hacer un esfuerzo por adaptar esa formación a las necesidades del mercado laboral, estableciendo programas específicos para cubrir esos puestos de trabajo. El Ministerio de Trabajo tiene aquí un importante nicho para aportar soluciones. Según el informe, un tercio de esas vacantes están en la Administración del Estado y en sectores como la sanidad y la educación. Pero hay también necesidad de profesionales de alta cualificación en el sector privado que deben ser cubiertas con celeridad.