Los populares se refuerzan pese al auge de la extrema derecha en Alemania y Francia
RESULTADOS/ El Partido Popular Europeo (PPE) gana las elecciones al Parlamento comunitario y aunque socialistas y liberales pinchan en las urnas, se podrá reeditar la gran alianza entre los partidos europeístas. Los Verdes sufren un fuerte castigo.
Si los resultados de las elecciones de 2019 ya dejaron claro que el bipartidismo en el Parlamento Europeo empezaba a ser cosa del pasado, cita en que populares y socialdemócratas perdieron por primera vez la hegemonía en la Eurocámara desde 1979, cuando se celebraron los primeros comicios en el bloque, cosechando menos del 45% de los escaños frente a una media del 57% en las anteriores, las celebradas ayer han profundizado en ese declive. Aquella pérdida de mayoría obligó a la gran coalición a convertir el dúo en triángulo, incorporando a la alianza a los liberales de Renew Europe, entre los que figuran el partido de Emmanuel Macron, Renacimiento, o los españoles Cs, PNV y Coalición Canaria.
Según los resultados provisionales al cierre de esta edición, esa terna seguiría sumando mayoría en el Parlamento Europeo (el 56,8% de los escaños), aunque con pérdida de fuelle respecto a la legislatura anterior, cuando aunaron el 59%. Y con una gran diferencia respecto a entonces: si hace cinco años la ultraderecha y los grupos euroescépticos se quedaron por debajo de las expectativas, ayer el dique de contención se rompió y las formaciones ultraconservadoras sacudieron el tablero parlamentario europeo, arrasando en algunas de las mayores potencias del bloque. Como en Francia, donde la ultraderechista Agrupación Nacional de Marine Le Pen dobló en escaños al partido del presidente francés, Emmanuel Macron, quien se apresuró a reconocer su aplastante derrota anunciando la disolución de la Asamblea Nacional y la convocatoria de elecciones para el 30 de junio y el 7 de julio. Un terremoto político en la segunda mayor economía de la UE, donde la ultraderecha ha obtenido más representación que todas las izquierdas juntas. En Alemania, la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) se erigió en la segunda fuerza del país, sorpasando a los socialdemócratas del actual canciller germano, Olaf Scholz, a quien la CDU ha retado ya a someterse a una moción de confianza.
Y es que las grandes ganadoras de la noche fueron las fragmentadas derechas, mientras que socialistas, liberales y verdes fueron los grandes perdedores. El vencedor de la cita electoral fue el Partido Popular Europeo (PPE), familia que encarna la derecha tradicional y a la que pertenece el PP español, con 191 escaños de los 720 que estaban en liza y que conformarán el hemiciclo en esta nueva legislatura y el 26,5% del total (frente al 24,9% de 2019). Son 15 más que hace cinco años. Los populares europeos encadenan así seis victorias consecutivas en los comicios europeos (desde 1999). Y ello a pesar de la eclosión de las formaciones euroescepticas y más escoradas hacia la derecha, entre las que sobresale Identidad y Democracia, el grupo al que pertenecen la francesa Le Pen y la Liga Norte que lidera Matteo Salvini en Italia, que ayer cosechó 57 escaños y el 7,9% de los votos, en contraste con el 6,95% (y 49 eurodiputados) de 2019. Es la ultraderecha más euroescéptica y radical en cuestiones como la inmigración y la que pone mayor énfasis en la defensa de la soberanía nacional frente a las cesiones que supone pertenecer a la UE.
En la ultraderecha también, pero en un punto más templado en su ideología y su retórica, se encuentran los Conservadores y Reformistas Europeos, familia a la que pertenecen los Hermanos de Italia de Giorgia Meloni, que ayer vencieron con comodidad en las europeas de su país, o el partido que preside Santiago Abascal, Vox, que piden más soberanía nacional pero sin renegar de la UE, escépticos sobre el cambio climático y que compaginan la defensa del libre mercado con la petición de mano dura en cuestiones como la inmigración.
A diferencia de Identidad y Democracia, los 71 escaños de los Conservadores y Reformistas Europeos (9,8% del total) mejoran ligeramente el resultado de hace cinco años (69 eurodiputados y 9,78%). A las filas de la ultraderecha europea habría que sumar aquellos grupos que no están inscritos en ninguna familia, pero fuertes en sus respectivos países, como el Fidezs de Viktor Orbán en Hungría, o la AfD alemana.
Toda moneda tiene dos caras, y los grandes derrotados de las cuatro jornadas electorales celebradas en la UE27 entre el jueves y el domingo pasados han sido los liberales, socialdemócratas y verdes. Los primeros, Renew Europe, con 83 eurodiputados (el 11,5% del total), sufren un severo castigo en las urnas con la pérdida de 19 escaños respecto a 2019, cuando lograron el 14,4% de los escaños en liza, consecuencia de la práctica extinción de Cs, mientras que los socialistas europeos, S&D, familia de la que forma parte el PSOE de Pedro Sánchez, baja su representación hasta los 135 eurodiputados, cuatro menos que hace un quinquenio y el 18,7% del total frente al 19,7% de 2019. En términos cuantitativos, fuerte varapalo también para Los Verdes, mosaico de diversos movimientos políti