Inspecciones masivas a fortunas y grandes empresas en EEUU
OFENSIVA/ La Agencia Tributaria estadounidense auditará como mínimo la mitad de las declaraciones de las grandes fortunas para asegurarse de que no hacen trampas.
“Veo un futuro en el que la clase media por fin tiene una oportunidad justa y los ricos por fin tienen que pagar los impuestos que les corresponden”. Es una de las frases preferidas del presidente de EEUU, Joe Biden, que no se cansa de repetirla en campaña cada vez que tiene oportunidad.
Su único problema es que es la misma que repetía sin cesar hace cuatro años, cuando ganó por la mínima la carrera a la Casa Blanca. Y ya que en este tiempo no ha encontrado momento para cumplir sus promesas electorales, ha encargado a Hacienda que le haga parte del trabajo en la campaña fiscal de este año para intentar arañar votos.
El esfuerzo de la Agencia Tributaria se extenderá hasta 2026 y se centrará en aumentar las auditorías a grandes empresas, sociedades complejas y, sobre todo, a los ricos del país.
Biden calcula que si se aplicara un tipo mínimo del 25% en el Impuesto de Patrimonio a las 1.000 mayores fortunas del país aumentaría la recaudación en 500.000 millones de dólares a lo largo de una década, ya que su plan fiscal también gravaría las ganancias patrimoniales no realizadas (es decir, la revalorización de la participación en negocios familiares).
También le gustaría revisar los impuestos en el IRPF que pagan los hogares con ingresos superiores a 400.000 dólares anuales. En el ámbito corporativo, otra vieja promesa electoral que ha vuelta a rescatar el presidente de EEUU en tiempo electoral es el tipo mínimo del 21% en el Impuesto de Sociedades, además de eliminar la exención fiscal para el primer 10% del beneficio obtenido fuera de EEUU.
Si bien todos estos proyectos forman parte de un viejo baúl electoral, la excusa para no haber aprobado estas iniciativas cuando hubo oportunidad radica en la ausencia de estadísticas reales que soporten las estimaciones de recaudación.
Ese problema desaparecía con un aumento de las inspecciones tributarias, de forma que la Administración tenga una mejor radiografía de la situación real antes de ponerse a legislar. Además, así no parece tanto un castigo arbitrario ni una medida electoralista para ganar votos a Donald Trump, que encabeza las encuestas con sus promesas de no subir impuestos.
Gracias a un impulso sin precedentes en el presupuesto de la Agencia Tributaria de EEUU, las inspecciones se van a disparar, de forma que la mitad de los contribuyentes con unos ingresos superiores a 10 millones de dólares serán sometidos a un escrutinio en profundidad por parte de Hacienda. El aviso llega tarde, porque el plazo para presentar la declaración de la renta terminó en abril.
El incremento de auditorías es significativo, ya que hasta ahora el porcentaje de grandes fortunas inspeccionadas rondaba el 15%, frente al 50% que confía en alcanzar el organismo.
El siguiente grupo que centrará la atención de Hacienda serán las grandes corporaciones con activos por encima de los 250 millones de dólares. Si hasta ahora el porcentaje de inspecciones no llegaba ni al 10%, el objetivo es que al menos dos compañías de cada diez sean sometidas a una auditoría fiscal.
Otro punto caliente y de especial interés, aunque menos relevante desde el punto de vista cuantitativo, son las conocidas como entidades complejas, siempre que tengan activos de más de diez millones de dólares. Afectaría, por ejemplo, a firmas de servicios profesionales, despachos de abogados o entramados empresariales con participaciones cruzadas. En este grupo, la idea es pasar de una ratio del 0,1% al 1%. En teoría, el esfuerzo auditor se multiplica por diez, aunque en la práctica alcanzará a un porcentaje muy reducido.
Para tranquilidad de los contribuyentes, y de los votantes, la Agencia Tributaria ha dejado claro que no molestará ni a las pymes ni a los ciudadanos con ingresos por debajo de los 400.000 dólares: “No se avecina ninguna oleada de inspecciones para los contribuyentes de rentas bajas ni pequeñas empresas familiares”.
La ampliación en el número de inspecciones se prolongará desde 2024 hasta 2026
Afectará a rentas por encima de 10 millones de dólares y a entramados societarios complejos
Hacienda se ha comprometido a no hacer más auditorías a pymes y pequeños contribuyentes