La regeneración pasa por despolitizar el CGPJ
Poco parece haberle durado al presidente Sánchez el espíritu conciliador con que se presentó ante la ciudadanía en su comparecencia del lunes para hacer público el resultado de la pausa reflexiva anunciada por sorpresa la semana pasada. El líder socialista basó su continuidad en la urgencia de regenerar nuestra democracia y “limpiar” las instituciones públicas. Sin embargo, ayer en una entrevista radiofónica deslizó de nuevo la posibilidad de renovar el Consejo General del Poder Judicial sin el consenso del PP, satisfaciendo la exigencia de sus aliados de Sumar para rebajar por decreto la mayoría parlamentaria necesaria para designar a sus miembros. Ello supondría incumplir lo establecido en la ley actual, lo mismo de lo que viene acusando al principal partido de la oposición por negarse desde hace cinco años a otro reparto por cuotas ideológicas de los vocales del órgano de gobierno de los jueces. El Ejecutivo comunitario, que ha tratado sin éxito de propiciar un entendimiento entre el Gobierno y el PP para desatascar la Justicia, ha advertido en reiteradas ocasiones que la renovación de cargos en el CGPJ y la reforma de la ley para que sus representantes sean elegidos directamente por los miembros de la carrera judicial, como sucede en la mayor parte de los países europeos, resultan indisociables. Sánchez no puede olvidar que la Unión Europea ya frenó su anterior intento de cambiar mediante una proposición de ley el sistema de nombramientos de la cúpula judicial. Si pretende que la regeneración que proclama promover sea creíble, debe comenzar por despolitizar de una vez el poder judicial.