El auto de procesamiento, que van a recurrir Ron y PwC, pone en el foco el papel del auditor
El hecho de que PwC esgrima su política de cumplimiento normativo para defenderse no es baladí. La ley permite eximir de responsabilidad penal a las compañías que demuestren que contaban con una política de compliance sólida, aunque en este caso el juez apunta que “resulta difícil afirmar sin cuestionamiento que la mercantil PwC fiscalizó adecuadamente las sucesivas auditorías que Pedro Barrio Luis y José María Sanz Olmeda efectuaron en el Banco Popular correspondientes a los años 2015 y 2016”, y se remite al futuro juicio.
El principal ejemplo de la importancia de contar con una política de compliance está en el caso Bankia, donde la
Audiencia Nacional decidió procesar al auditor, Francisco Celma, pero a la vez acordó archivar la causa contra Deloitte como persona jurídica tras concluir que contaba con un sistema de control de calidad. Este archivo fue revocado posteriormente por la Sala de lo Penal, pero finalmente la Audiencia Nacional acordó absolver tanto a Celma como a Deloitte. El Tribunal Supremo ratificó el archivo en 2022.
A estos casos se suma el de BDO con Pescanova. Hace un año, el Tribunal Supremo absolvió a BDO Auditores y a uno de sus socios, Santiago Sañé, por la auditoría de las cuentas de Pescanova tras haber sido condenado por la Audiencia Nacional a tres años y medio de prisión, además del abono de las indemnizaciones por responsabilidad civil.
El alto tribunal estimó el recurso del socio tras demostrarse que no quedó acreditado que conociese la falsedad de las cuentas y buscase deliberadamente distorsionar la imagen fiel de la compañía. BDO señaló en un comunicado que la sentencia confirmó que sus sistemas de compliance y control interno son adecuados.
Impacto en el sector
Esta condena mantuvo en vilo a los profesionales del sector por las consecuencias que podría tener para la práctica de la auditoría en el futuro si se volvía firme.