Pamesa vende un 20% menos y el beneficio cae el 70%
El grupo acusa la caída de la demanda y la crisis por la subida de las materias primas y la energía.
Los últimos dos años han sido muy complicados para el sector azulejero, y así lo reflejan las cuentas de la mayor empresa del sector, Pamesa, que el año pasado tuvo unas ventas de 1.197 millones de euros, un 20% menos que el año anterior. También el beneficio cayó considerablemente: pasó de 71 millones antes de impuestos a solo 21 millones. La producción rondó los 95 millones de metros cuadrados –frente a más de 110 millones el año anterior–, y para 2024 espera mejorar, con un incremento de ventas superior al 10%.
El presidente y máximo accionista, Fernando Roig, explicó ayer que el incremento de los costes energéticos y de las materias primas está detrás de esta situación, como reitera habitualmente el conjunto del sector. Su objetivo, señaló durante la presentación de resultados, “ha sido mantener los puestos de trabajo y seguir siendo rentables”.
Roig discrepa claramente, sin embargo, con la postura de la patronal Ascer, que reclama ayudas públicas para que el azulejo pueda afrontar la situación. Roig, en cambio, afirma que “no somos de subvenciones, somos de soluciones”. En su opinión, “con las subvenciones no se compran más que favores y no se ayuda absolutamente nada”.
Asegura que, de las ayudas que se han puesto a disposición del sector, Pamesa podría haber solicitado más de 20 millones de euros, pero “no las hemos pedido, no creemos en las subvenciones”
El grupo con sede en Villarreal (Castellón) destinó a inversiones el año pasado 133 millones de euros. Roig señala que la mayor parte se destinó a la compra de Ascale, una empresa que fabrica azulejos de gran formato.
El sector azulejero está actualmente
negociando un convenio, con posturas encontradas entre patronal Ascer y sindicatos que han derivado en huelgas en las últimas semanas.
Pamesa va por otro lado. Los 200 empleados de la matriz no están en el convenio de Ascer y renovaron el convenio hace dos meses, con una subida de algo más del 3% para 2023 y del 8% acumulado en tres años. Para el resto de
empleados del grupo, hasta 2.786, que sí están en el convenio de Ascer, Pamesa ha alcanzado ya un acuerdo: aplica el 3,1% del IPC de 2023, que se aplicará a partir de la nómina de marzo, con el pago de atrasos desde principios de 2023. También ha abonado 7,5 millones en primas por productividad. “La paz social y la tranquilidad de una buena relación con los trabajadores es fundamental”, afirma Roig.