OASIS, FIESTAS Y MÚSICA
El gusto por el detalle y el diseño se aprecia, por ejemplo, en los mármoles, maderas y otros materiales usados. También trató de crear un jardín impresionante con magnolias con un florecimiento espectacular en primavera y fuentes que transportan a Oriente. En resumen, un semiparaíso en contraste con la ajetreada vida de Freddie Mercury y el bullicio de Kensington, una de las mejores zonas de Londres.
No habrá muchas personas que podrán recorrer la propiedad antes de decidir si la compran. Knight Frank, la inmobiliaria que la comercializa, ha vetado a los curiosos –podría haberse convertido en un lugar de peregrinación– y solo podrán pisarla aquellos que hagan una oferta de, al menos, 35 millones de euros.
Pocos detalles han trascendido de la casa, que consta de ocho habitaciones. El espacio más espectacular es una estancia de dos pisos con una ventana de dos alturas que permite a la luz tomar el espacio donde se situó el piano desde el que escribió y compuso parte de sus canciones. La habitación principal de la planta superior tiene un cambiador
La vivienda donde vivió Freddie Mercury en Kensington (Londres) hasta que murió en 1991 ha salido a la venta por
y amor” que le ha dedicado Mary Austin, la todavía dueña.
Austin fue su pareja durante los 70 y se convirtió, ya después de salir del armario Freddie Mercury, en su mejor amiga y confidente. Ella heredó la casa y buena parte de sus propiedades, incluidos los derechos de su obra.
Pasar página
Hace tiempo que la expareja de Freddie Mercury había decidido poner punto final a su etapa en la casa en la que había vivido en los últimos años. El pasado septiembre, vendió 1.500 objetos de la vivienda en una subasta –en Sotheby’s, claro– en la que recaudó 39,4 millones de libras (46,1 millones de euros), que donó parcialmente a la Mercury Phoenix Trust.
“Esta casa guarda los recuerdos más gloriosos, respira amor y calidez en cada rincón. Ha sido una alegría vivir aquí, de donde me llevaré maravillosos recuerdos. Ahora está vacía. Es hora de transmitir este sentimiento de paz a otra persona”, afirmó la propia Austin, que hoy tiene 72 años, cinco menos de los que sumaría la estrella británica.