La inflación se modera al 2,8% en Europa pero se acelera en España
España se convierte en la gran economía del euro con mayores subidas de precios, con un alza del 3,5% respecto a enero del año pasado.
Si la hasta hace poco ministra de Economía Nadia Calviño se jactaba meses atrás de que el sector exportador se estaba sobreponiendo al estancamiento de la demanda europea gracias a la mayor competitividad derivada de las mayores presiones inflacionistas en Europa que en España, la situación que ha heredado su sucesor, Carlos Cuerpo, es justo la contraria, ya que el país ha cerrado en enero su cuarto mes consecutivo con un diferencial de precios positivo respecto a la unión monetaria. Y las diferencias se agravan en el arranque del año.
La inflación se modera en Europa pero se acelera en España, lo que agrava la pérdida de competitividad que aqueja al sector exterior en los últimos meses. El Índice de Precios de Consumo en la eurozona subió en enero un 2,8%, una décima menos que el mes anterior, de acuerdo con los datos publicados ayer por Eurostat, la oficina estadística comunitaria, una ralentización que contrasta con un pequeño acelerón de dos décimas en España, hasta el 3,5%, con lo que el país queda ya como uno de los que registran mayores incrementos de precios en la eurozona y el mayor entre los grandes del euro. Un alza que supera, además, el incremento de los salarios pactados en convenio, lo que resulta en una mayor pérdida de poder adquisitivo.
La moderación de los precios en la eurozona se debe fundamentalmente a la contención de los precios energéticos y los alimentos procesados, debido a que los fabricantes están dejando de repercutir los incrementos de costes de meses atrás, en parte debido a que la pérdida de poder adquisitivo dificulta la traslación total de los costes intermedios al consumidor final. En concreto, los bienes industriales no energéticos pasan de subir a un ritmo del 2,5% en diciembre al 2% en enero mientras que los alimentos procesados se ralentizan siete décimas, del 5,9% al 5,2%.
En sentido contrario, la energía modera su caída del 6,7% al 6,1% y el sector servicios sigue tirando al alza, con una subida anual de los precios del 4%, impulsado por los salarios. Estas cifras dejan entrever perfectamente los diferentes momentos de la espiral inflacionista que comenzó a finales de 2021: si en un primer momento la subida de precios vino provocada por la energía y su traslado a los productos industriales y los alimentos, ahora los incrementos de ambos productos se están agotando por el efecto escalón respecto a los precios ya elevados del año pasado. En cambio, el sector servicios, que no acusó el impacto inicial de estas subidas de costes, sí sufre ahora las mayores reivindicaciones salariales alimentadas por la subida de la cesta de la compra. Algo que, según muchos analistas y miembros del Banco Central
Europeo (BCE), puede hacer que la inflación tarde más tiempo de lo previsto en volver al objetivo del 2% marcado por Fráncfort, lo que limitaría las rebajas de tipos de interés.
Por países
Por países, la situación es muy heterogénea, con subidas de precios generalmente más intensas en los países que no forman parte de la eurozona, debido a que las intensas alzas de tipos por parte del BCE no han sido igualmente fuertes por parte de otros organismos monetarios. En concreto, Rumanía lidera las subidas de precios en Europa (7,3%), seguida de Estonia (5%), Croacia (4,8%), Polonia (4,5%), Eslovaquia (4,4%), Bulgaria (4%), Hungría, Malta (3,7%) y España (3,5%). Llama la atención que España se sitúe ahora en el grupo de cabeza (el país con mayores subidas de precios entre los grandes del euro), cuando meses atrás se había convertido en el primer país en reducir la inflación por debajo del 2% anual.
Estos incrementos constrastan con las cifras más moderadas de Italia, Dinamarca (0,9%), Finlandia, Lituania, Letonia (1,1%), Bélgica (1,5%), Chipre (2,1%) y Portugal (2,5%). Y también Alemania, Países Bajos (3,1%) y Francia (3,4%) quedan por debajo de la cifra española, con lo que España se convierte en el gran país del euro con mayores subidas de precios en el arranque del año, superando a Francia, que en diciembre quedaba por encima. Con ello, la economía española se sitúa por encima de la media europea por cuarto mes consecutivo y pierde siete décimas de competitividad con respecto a la eurozona.
Este diferencial negativo es crítico para las empresas, ya que la eurozona es el destino del 54,5% de las exportaciones españolas (el resto de la UE suma otros 8,2 puntos), por lo que una subida de precios más intensa en España lastra el potencial de crecimiento del PIB. Aunque las exportaciones no se tienen por qué ver directamente afectadas por los precios de consumo, una mayor inflación suele llevar aparejada mayores presiones sindicales por salarios más elevados, lo que hace que los productos nacionales suban de precio con respecto a sus socios comerciales.
La lenta reducción de la inflación puede limitar las posibles bajadas de tipos por parte del BCE