Cirsa eleva el beneficio un 41% y factura un 17% más
La multinacional española de juego y ocio Cirsa rozó el pasado año los 2.000 millones de euros de ingresos de explotación en un ejercicio en el que creció en todas las áreas de negocio y en los distintos mercados en los que opera,.
Cirsa, propiedad del grupo estadounidense Blackstone, facturó 1.991 millones de euros, un 17% más que en 2022, una vez recuperados plenamente los niveles de actividad anteriores al Covid.
El beneficio operativo del grupo se situó en 630 millones de euros, un 14,1% más que en el ejercicio anterior, mientras que el beneficio después de impuestos ascendió a 80 millones de euros, lo que supone un crecimiento interanual del 41%.
En el cuarto trimestre, los ingresos de explotación aumentaron un 7,7% y el beneficio operativo creció un 5,5%.
Según la empresa con sede en Terrassa (Barcelona), los avances del pasado ejercicio se lograron en un “entorno económico complejo” debido al aumento generalizado de los costes y al clima geopolítico inestable. Con este telón de fondo, la clave de la mejora de los resultados residió en “el esfuerzo de toda la organización en implementar los planes comerciales y de eficiencia y productividad previstos”.
“La favorable evolución de nuestros resultados es consecuencia de la ejecución disciplinada de nuestro plan estratégico, centrándonos en los negocios y geografías donde operamos con posiciones de liderazgo”, afirmó Joaquim Agut, presidente del grupo.
Cirsa, que está presente en nueve países, gestiona 434 casinos y el año pasado aumentó su cartera en esta división con la incorporación de nuevos establecimientos en México y Panamá. Además, consolidó el negocio del casino de Tánger (Marruecos), que compró en 2022. El grupo explota también 82.000 máquinas recreativas, dispone de cerca de 2.500 puntos de apuestas deportivas y cuenta con una filial industrial.
La empresa catalana colocó a finales de enero una emisión de bonos por 650 millones de euros para refinanciar parcialmente su deuda.
La Bolsa puede esperar
En una conferencia con analistas e inversores, los directivos de Cirsa insistieron ayer en que todavía “no se dan las condiciones de mercado” para salir a Bolsa, una operación que sigue sobre la mesa de la compañía, pero que continúa sin fecha para su ejecución.
Fuentes de Cirsa explican en este sentido que Blackstone no tiene prisa a la hora de desinvertir a través del mercado bursátil y que las valoraciones que barajan los bancos de inversión están por debajo de las expectativas del propio grupo y de su propietario.
Además –añaden–, a diferencia de otros procesos de salida a Bolsa en España, Cirsa no necesita captar nuevos recursos financieros ni recurrir al parqué para reordenar su accionariado.