LA CAÍDA EN MATEMÁTICAS Y LECTURA ENTRE 2018 Y 2022
Si algún país tenía escuelas diseñadas para hacer frente a la pandemia de Covid-19 era Finlandia, que ya contaba con un sistema educativo altamente digitalizado que facilitaba mucho la enseñanza a distancia. Sin embargo, incluso en Finlandia, el impacto de la pandemia fue duro. En el instituto de Kulosaari, la enseñanza tardó un año y medio en volver a la normalidad después de que el gobierno finlandés declarara el estado de emergencia en marzo de 2020 en respuesta a la rápida propagación del Covid.
La escuela, situada en una pequeña isla en los suburbios de Helsinki, permaneció completamente cerrada solo unos meses. Pero los picos de infecciones hicieron que la enseñanza híbrida presencial y desde casa continuara hasta finales de 2021.
Esto no ocurrió solamente en Finlandia. Los datos presentados el martes del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) de la OCDE muestran que hubo un descenso mundial sin precedentes del rendimiento escolar entre 2018 y 2022.
Las clasificaciones PISA, que se publican cada tres años, son la principal referencia para comparar los resultados educativos entre países y a menudo han servido para llevar a cabo reformas. Los últimos datos, retrasados un año por la pandemia, ofrecen una visión autorizada y detallada del nivel de alteración que han sufrido los sistemas educativos.
Las principales conclusiones son dramáticas. El rendimiento en lectura y matemáticas disminuyó en la mayoría de los sistemas educativos entre 2018 y 2022, siendo las economías desarrolladas las más afectadas.
En 2022, el alumno medio de 15 años de la OCDE tuvo nueve meses de retraso escolar con respecto a los de 2018 en matemáticas y seis meses de retraso en lectura. En los otros 44 sistemas educativos analizados en el informe, el retraso escolar en ambas materias fue de casi tres meses.
La publicación de los últimos datos de PISA se produce en un momento en que muchos gobiernos están realizando un análisis retrospectivo del Covid para evaluar la mejor manera de responder a una futura pandemia.
Los nuevos datos muestran no sólo el impacto de la pandemia, sino que también ponen de manifiesto tendencias a más largo plazo en los resultados educativos en todo el mundo. Andreas Schleicher, director de Educación y competencias de la OCDE, advierte que el Covid no ha sido la única causa del descenso del rendimiento escolar en los países occidentales avanzados, sino que también ha reforzado tendencias que ya eran evidentes en muchos países de la OCDE.
Una de ellas es el deterioro constante del rendimiento escolar en lectura y ciencias. El rendimiento en matemáticas ya se estancó en los años anteriores a la pandemia. Sin embargo, países de fuera de Europa y Asia, como Perú y Qatar, han experimentado una notable mejora desde 2012.
Obstáculos a la educación
La pandemia del coronavirus tuvo un profundo efecto en la salud y el rendimiento escolar de los niños de todo el mundo. En general, los países que impusieron confinamientos más breves obtuvieron resultados mejores, pero también fue clave la forma en que las escuelas organizaron la enseñanza a a distancia. Según el análisis de PISA, los sistemas educativos son mejores cuando los niños tienen la capacidad de aprender de forma autónoma y se sienten más apoyados por sus profesores.
En Singapur, considerado por PISA como el sistema educativo con mejores resultados del mundo, la enseñanza híbrida se introdujo de forma permanente en el plan de estudios tras la pandemia. Todos los alumnos de secundaria estudian ahora dos días al mes en casa, con el apoyo de tecnología financiada por el Estado.
Para la mayoría de los estudiantes, el estudio autónomo fue un obstáculo mayor que el uso de sistemas de enseñanza en línea. Según una encuesta de la OCDE, casi la mitad tuvieron problemas para motivarse y trabajar semanalmente. El bienestar general y el sentido de pertenencia a la escuela de los estudiantes también se deterioraron más en los países en los que las escuelas estuvieron cerradas más tiempo.
Sin embargo, la pandemia también ha amplificado algunas críticas anteriores a los datos de PISA. Muchos países avanzados incumplen sistemáticamente las normas de muestreo, lo que puede adulterar los resultados, ya que las escuelas y los alumnos que responden no siempre son representativos del sistema en su conjunto.
John Jerrim, catedrático de educación y estadísticas sociales del University College de Londres, afirma que este problema es aún más agudo en el último informe, dado que las tasas de absentismo escolar han aumentado notablemente en países como EEUU y Reino Unido tras los confinamientos por el coronavirus: “Los niños que faltan a clase suelen tener un rendimiento escolar más bajo o un estatus socioeconómico más bajo, por lo que no se trata necesariamente de una muestra comparable a lo largo del tiempo o entre países”.
Otros críticos sostienen que las clasificaciones de PISA ofrecen una imagen engañosa, ya que la diferencia de rendimiento entre algunos países no es estadísticamente significativa y las cuestiones metodológicas dificultan interpretar correctamente las puntuaciones.
Panorama general
A pesar de estos defectos, los datos también ponen de manifiesto algunas tendencias a largo plazo. Una de ellas es que invertir más en educación se correlaciona con un rendimiento escolar mejor sólo hasta cierto punto. Los datos sugieren que el vínculo se rompe a partir de los 75.000 dólares de gasto por estudiante entre los 6 y los 15 años, y que para el país medio de la OCDE, que gasta más de 100.000 dólares por estudiante, la forma en que se gasta ese dinero es más importante que la cantidad.
Un problema significativo a largo plazo en los países más prósperos es la escasez de profesores, que afectó a casi la mitad de los países de la OCDE en 2022, el doble que en 2018. El problema es especialmente grave en Alemania, donde tres cuartas partes de los alumnos se vieron afectados por la esca
Cambio en la puntuación media desde la edición anterior para los países de la OCDE
Matemáticas
Lectura sez de profesores, y en Francia, donde se ha cuadruplicado el número de alumnos afectados desde 2018.
John Bangs, asesor de la Federación Internacional de Sindicatos de Profesores, afirma que la escasez de personal se debe en gran medida a los bajos salarios y la baja categoría social de los profesores: “Los países con políticas integrales para el profesorado, negociadas con sus sindicatos y centradas en su bienestar y su
Ciencia desarrollo profesional, son los que consiguen retener a sus docentes. El otro gran factor es que los salarios de los profesores tienen que ser buenos”.
Los países en los que la docencia es una profesión de alto estatus suelen encabezar las clasificaciones. Los profesores de Singapur son de los que más se sienten valorados por la sociedad y su sistema educativo ha sido una vez más el mejor valorado en lectura, matemáticas y ciencias. Singapur
ha sido uno de los dos mejores sistemas educativos en matemáticas desde que PISA lo incorporó a su análisis en 2009. Otras economías de Extremo Oriente también obtuvieron buenas puntuaciones a pesar del cierre de las escuelas por la pandemia. Japón y Corea del Sur mejoraron o mantuvieron su rendimiento en todas las asignaturas entre 2018 y 2022.
Schleicher afirma que los sistemas educativos asiáticos